jueves, 11 de octubre de 2012


 EL AMOR NO ES UN IDEAL* by TONI JIMENEZ

El amor no se puede llevar preconcebido, no es un ideal a cumplir. No podemos hacer encajar en nuestro ideal a los demás. El ideal significa que no estás viviendo de acuerdo a como deberías vivir. Piensas: “Seré feliz si se cumple esto o lo otro”. Pero aún no existe, entonces es una proyección de la mente: un ideal, un sueño. Todo ideal es un diseño de la  mente, una utopía,  algo pretendido. ¿Eres un ideal para ti mismo, cual es tu diseño? ¿Eres el ideal de alguien, le has defraudado, has fracasado como ideal para el otro? ¿Has logrado lo pretendido o estás frustrado? Si lo has logrado, ya estás terminado, se acabó tu evolución, ¿ahora qué? Alguien te ha hecho creer que eres un fracaso como persona, que ellos te pueden guiar dándote sus ideales y educándote para ello. Pero son normas, reglas, mandamientos, deberes a cumplir que incluyen la vigilancia con su castigo: es un objetivo, no es amor. Si el amor es un ideal, entonces, la mente va por delante del amor: empieza la eterna espera: ¿estás neurótico o esquizofrénico? La mayoría de las personas viven para los deberes, no para el amor. Y confunden que el obedecer traerá el amor. Cuando creas un ideal, empiezas a compararte y piensa que no te mereces pues te crees inferior a tu ideal: vives en un complejo de inferioridad.
La vida, el amor, no lo puedes capturar en un ideal, simplemente debes vivirlo en su fluir. Permitir todo tipo de experiencias y estar agradecido mientras duren. Ese eterno agradecimiento evita el miedo al mañana. Sabes que de esta experiencia amorosa nace la siguiente, es un continuo. En ese cambio maravilloso evitas el aburrimiento, el tedio que da la pretendida seguridad del estancamiento con los deberes. Pues todo deber invita al sacrificio y te convierte en un mártir (¿masoquismo?) Cuando entras en los deberes, tu mente se vuelve jurídica, cuando el amor llega, esta se vuelve amorosa. No necesitas ningún deber, no necesitas ninguna ley cuando amas. Cuando legislas el “amor”, dejas de ser amante y te conviertes en esposo/a. ¿Has visto la cara de aburridos que tienen la mayoría de los casados? ¿Todo su “amor” se ha reducido a su cuenta bancaria o a la hipoteca, te has casado con el banco?
No sabes cómo sentir amor, no sabes ni cómo buscarlo, no sabes ni cómo provocarlo… Y esa esa la causa de que lo imagines a través de un ideal. E incluso,  que quieras perfeccionarlo. Eso es el ideal. Intento de perfeccionar las cosas. ¿Puedes perfeccionar el amor, te crees más listo que él? Toda la educación está encaminada a la perfección, es una educción tan neurótica que incluso quieres perfeccionar el amor. Eso sólo ha traído desgracias, porque con tu ideal quieres que los demás también lo sigan y te conviertes en vigilante, en censor de los demás. La perfección solo existe cuando las cosas son consideradas en sí mismas, pero no comparadas. Por eso, cuando creas un ideal sobre ti mismo, un intento de perfeccionarte, te sientes fatal: piensas que no te mereces, que eres culpable y te llenas de remordimientos. No te dejes envenenar tu ser con la idea de ser mejores, de ser más perfectos. Empieza por aceptarte como eres, la calma llega y, entonces esa energía inadvertida florece en ti: amor.
Toni, Pensamiento poesía.


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