viernes, 24 de febrero de 2012

TE RECUERDO COMO ERAS by PABLO NERUDA



25 febrero 2000/2012
Hace doce años que te perdiste en las estrellas.
*
Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegado a mis brazos como una enredadera,
las hojas recoían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de páajaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navio. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.



NOSTALGIA by JOSE SANTOS CHOCANO


Hace ya diez años
que recorro el mundo.
¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!

Quien vive de prisa no vive de veras,
quien no echa raíces no puede dar frutos.

Ser río que recorre, ser nube que pasa,
sin dejar recuerdo ni rastro ninguno,
es triste y más triste para quien se siente
nube en lo elevado, río en lo profundo.

Quisiera ser árbol mejor que ser ave,
quisiera ser leño mejor que ser humo;
y al viaje que cansa
prefiero terruño;
la ciudad nativa con sus campanarios,
arcaicos balcones, portales vetustos
y calles estrechas, como si las casas
tampoco quisieran separarse mucho...
Estoy en la orilla
de un sendero abrupto.

Miro la serpiente de la carretera
que en cada montaña da vueltas a un nudo;
y entonces comprendo que el camino es largo,
que el terreno es brusco,
que la cuesta es ardua,
que el paisaje es mustio...
¡Señor! ¡Ya me canso de viajar! ¡Ya siento
nostalgia, ya ansío descansar muy junto
de los míos!... Todos rodearán mi asiento
para que les diga mis penas y mis triunfos;
y yo, a la manera del que recorriera
un álbum de cromos, contaré con gusto
las mil y una noches de mis aventuras
y acabaré en esta frase de infortunio:
—¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!
Biografia de JOSE SANTOS CHOCANO
José Santos Chocano
(Lima, 14 mayo 1875Santiago del Chile, 13 julio 1934)
 Poeta que representa la cumbre del modernismo peruano. Aunque su obra, vista en conjunto, presenta notorios desajustes, abrió nuevos caminos a la literatura de su país y nuevos cauces expresivos que, a la postre, superarían en audacia estética y calidad las propuestas modernistas, tal como demostró su seguidor J. M. Eguren, a través de una poesía sutil y de misterioso hermetismo.

Encarcelado como revolucionario a los veinte años de edad, ejerció luego funciones diplomáticas en Colombia y en España, fue ministro y consejero de Pancho Villa en México y hombre de confianza de Estrada Cabrera en Guatemala. Caído el dictador guatemalteco, el poeta, acusado de haber bombardeado la capital y condenado a muerte, se salvó por la intervención de diversos gobiernos.

Vuelto a su país y amparado en la protección del dictador Leguía, la soberbia y violencia de su carácter le hicieron disputar con el periodista Edwin Elmore, contra quien disparó su pistola en el edificio del diario El Comercio; Elmore murió a consecuencia del disparo y José Santos Chocano mereció la cárcel y el repudio universal; amnistiado, pasó a Chile, y en Santiago, en un tranvía, un desequilibrado segó con su puñal la vida de este aventurero, hombre soberbio y lírico ampuloso, que quiso ser el poeta de América y el cantor viril de su raza.

La bibliografía de Santos Chocano es muy amplia y su fijación definitiva es todavía una tarea pendiente; sin embargo, no pueden dejar de mencionarse Iras santas (1895), En la aldea (1895), El derrumbe (1899), La epopeya del morro (1899), El canto del siglo (1901), Los cantos del Pacífico (1904), Alma América (1906), Fiat Lux! (1908), Selva virgen (1909), Poemas del amor doliente (1937) y Oro de Indias (1939).

Caudillo modernista y poeta épico, no fue con total rigor épico ni modernista: tuvo, eso sí, las características exteriores de la épica y el modernismo, sobre todo con esa grandilocuencia de cantor clamoroso que encontramos en algunos románticos y neoclásicos, y que caracterizó la poesía del mexicano Díaz Mirón, uno de los modelos de Chocano. Su poesía se articula a partir de dos ejes centrales: una profunda egolatría y el tratamiento preferente de temas alusivos al continente.
 El americanismo fue tal vez el tópico más importante en su poesía, pese a su carácter epidérmico y descriptivo, que tiene en el paisajismo su soporte fundamental. Cabe aclarar que esta tendencia respondía claramente a un pensamiento de moda por entonces, que intentó definir a América a partir de su naturaleza. Por otra parte, contribuyó a reforzar estereotipos como el de una tierra voluptuosa, tropical y exótica.

La épica y la historia son otros dos componentes de importancia en su obra, ya que se ocupó de retratar gestas heroicas, plenas de imágenes que abarcan desde el período incaico hasta la lucha por la independencia. Se le ha reprochado un mayor interés por la efeméride o la anécdota que por el proceso histórico mismo, y que ello facilitara un discurso en ocasiones grandilocuente.

Discutió el afrancesamiento de Rubén Darío y se mantuvo en una posición bastante más conservadora que otros modernistas hispanoamericanos, a pesar de haber asimilado la lección parnasiana. Ello se explica acaso por la tardía instauración en el Perú del orden social que propició el surgimiento del modernismo en otros países. En todo caso, la crítica ha querido ver en él una actitud preocupada sobre todo por consagrar una visión aristocrática de la sociedad y exaltar la figura del poeta hasta la excelsitud. Sin embargo, sus poemas de corte más íntimo presentan un lenguaje sencillo y conmovedor, alejado de esa habitual exuberancia.
               
   


biografias y vidas

                

miércoles, 22 de febrero de 2012

PARA TI EN LA COLINA HE CORTADO ESA FLOR by Victor Hugo

 
 Para ti de la colina he cortado esta flor.
En la costa escarpada que hacia el mar desciende Y que sólo las águilas conocen y frecuentan.
En la roca agrietada, solitaria ella crecía.
Los costados de la triste cima de sombra
La bañaban y yo veía donde el sol ya no estaba, Como un arco brillante y rojo de victoria,
La noche oscura hacía un pórtico de nubes.
A lo lejos flotaban pequeños navíos.
En el fondo del valle unos techos temían
Llamar la atención brillando demasiado.
Para ti, mi amada, he cortado esta flor.
Es pálida y no tiene su corola perfume,
Su raíz no atrapó en la cima del monte
Sino el olor amargo de las algas marinas;
Mas dije: "pobre flor, desde lo alto de esta cima
Debieras descender hacia el abismo inmenso
Adonde van las algas, las nubes y los barcos,
Pero muere en su pecho, abismo aún más profundo,
Marchítate en su seno, donde palpita un mundo.
El cielo que te creó para perder tus pétalos
Te destinó a la mar y yo te entrego al amor".
El viento levantaba las olas, y el día ya no era
Sino un destello pálido, lentamente borrado.
¡Ay, cuánta tristeza había en mis pensamientos
Mientras el negro precipicio penetraba
mi alma
Con el frío estremecimiento del ocaso! 
 

lunes, 13 de febrero de 2012

ALMA DESNUDA by ALFONSINA STORNI



Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.

Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.
Alma que a ratos suelta mariposas


A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas.
Alma que ha de morir de una fragancia


De un suspiro, de un verso
en que se ruega, Sin perder,
a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega.

Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.
Alma que siempre disconforme de ella,


Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.

 

sábado, 11 de febrero de 2012

AISLAMIENTO by ALPHONSE de LAMARTINE


 
A menudo en el monte, bajo algún viejo roble,
viendo el sol que se pone tristemente me siento;
dejo que todo el llano mis miradas abarquen,
el cambiante paisaje que se extiende a mis pies.

Aquí el río con olas espumosas murmura,
serpentea y se pierde en oscuros confines;
allí inmóvil el lago es un agua dormida,
con la estrella de Venus adornando su azul.

En la cima, que bosques muy sombríos coronan,
el crepúsculo pone su fulgor postrimero;
y el brumoso carruaje que conduce las sombras
emblanquece, elevándose todo el amplio horizonte.

De la gótica flecha surge entonces un son
religioso que invade todo el aire; el viajero
se detiene y escucha la campana que mezcla
a los últimos ruidos de aquel día su canto.

Pero halagos así no conmueven mi alma,
que parece insensible, incapaz de emoción;
y contemplo la tierra como un vago fantasma:
no calienta a los muertos este sol de los vivos.

De colina en colina pongo en vano mis ojos,
desde el norte hasta el sur, de la aurora al poniente,
y me digo: «No existe ni un lugar en el mundo
donde pueda pensar que me espera la dicha».

¿Qué me importan los valles, los palacios, las chozas?
Sus encantos son vanos, para mí nada cuentan.
Ríos, montes y bosques, soledades amadas,
sólo un ser está ausente y todo es un desierto.

Miraré indiferente los caminos del sol,
qué más da si en su inicio o en su parte final;
si se pone o si nace entre nubes o azul,
¿a mí el sol qué me importa? Nada espero del día.

Si pudiera seguirle en su larga carrera
por doquier yo vería el vacío y el páramo.
Nada quiero de todo lo que el sol ilumina,
nada quiero tener del inmenso universo.

Mas tal vez más allá de su curva celeste,
donde el sol verdadero otros cielos alumbra,
si pudiera dejar mis despojos aquí
lo que tanto he soñado se mostrara a mis ojos.

Allí me embriagaría en la fuente deseada
y volviera a encontrar esperanza y amor,
ese bien ideal al que aspiran las almas
y que no tienen nombre aquí abajo en la tierra.

¡Si pudiera en el carro de la Aurora elevarme
vago fin de mis ansias, en el cielo hasta ti!
¿Por qué aún sigo atado a esta tierra de exilio?
Entre la tierra y yo nada existe en común.

Cuando la hoja del bosque cae sobre los prados,
cuando el viento nocturno la arrebata a los valles,
yo quisiera también ser esa hoja caída:
¡Arrastradme como ella, aquilones, borrascas!

domingo, 5 de febrero de 2012

POEMAS **by ALEJANDRA PIZARNIK


http://www.youtube.com/results?search_type=&search_query=caminos+del+espejo+alejandra+pizarnik&aq=f

http://www.youtube.com/watch?v=hOOc7SCtvUs&feature=related
Alejandra Pizarnik y Janis Joplin
http://www.youtube.com/watch?v=1MVfmaTbyyg&feature=related



 L'obscurité des eaux

Escucho resonar el agua que cae en mi sueño.
Las palabras caen como el agua yo caigo. Dibujo
en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis
aguas, me digo mis silencios. Toda la noche
espero que mi lenguaje logre configurarme. Y
pienso en el viento que viene a mí, permanece
en mí. Toda la noche he caminado bajo la lluvia
desconocida. A mí me han dado un silencio
pleno de formas y visiones (dices). Y corres desolada
como el único pájaro en el viento.


"Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón.
Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos".

 

 A LA ESPERA DE LA OSCURIDAD

Ese instante que no se olvida
Tan vacío devuelto por las sombras
Tan vacío rechazado por los relojes
Ese pobre instante adoptado por mi ternura
Desnudo desnudo de sangre de alas
Sin ojos para recordar angustias de antaño
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.

Pero ese instante sudoroso de nada
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos


CAMINO DEL ESPEJO
Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde filoso de la noche.
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.
Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona el viento en el umbral.
Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.
La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la estación de los alimentos fríos.
Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.
Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.
Al negro sol del silencio las palabras se doraban.
Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola. Hay alguien aquí que tiembla.
Aun si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo?
Deseaba un silencio perfecto.
Por eso hablo.
La noche tiene la forma de un grito de lobo.
Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy. Peregrina de mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.
Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba no vi otra cosa que a mí misma.
Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue yo pero me refería al alba luminosa.
Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul. El agua tiembla llena de viento.
Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra la cabellera de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo, he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz.



Cold in hand blues

y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo


De "Los trabajos y las noches" 1965
 Hija del viento

Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.

Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.

Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.

Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.

 La enamorada

ante la lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo
y te fuiste triste estabas sola
y la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!




 ALEJANDRA PIZARNIK
Poeta argentina nacida en Buenos Aires en 1936.
Obtuvo su título en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires y posteriormente viajó a Paris
hasta 1964 donde estudió Literatura Francesa en La Sorbona y trabajó en el campo literario colaborando
en varios diarios y revistas con sus poemas y traducciones de Artaud y Cesairé, entre otros.
Es una de las voces más representativas de la generación del sesenta y es considerada como una de las poetas
líricas y surrealistas más importantes de Argentina.
Su obra poética está representada en las siguientes obras: «La tierra más ajena» en 1955, «La última inocencia»
en 1956, «Las aventuras perdidas» en 1958, «Árbol de diana» en 1962, «Los trabajos y las noches» en 1965,
«Extracción de la piedra de locura» en 1968, «El infierno musical» en 1971 y «Textos de sombra y últimos poemas»,
publicación póstuma en el año 1982.
En 1972 falleció como consecuencia de una profunda depresión.


http://www.youtube.com/results?search_type=&search_query=caminos+del+espejo+alejandra+pizarnik&aq=f

jueves, 2 de febrero de 2012

MADRESELVAS EN FLOR **by ISTHAR



Hoy les ofrezco mis pensamientos ilusionados y algunos recuerdos de mi existencia.
Se que todo es posible y que lo mejor de nuestra vida puede comenzar en cualquier instante.
Existe una realidad que no siempre es positiva sino que a veces esta poblada de ilusiones que nunca se cumplieron, de ideales que se desvanecieron en el aire diafano de la irrealidad, de sentimientos de amor y de ofrenda, que nadie quiso recibir.
Todo sucedio hace mucho tiempo, todo quedo perdido y fue tan fugaz como una tibia y lejana noche de luna llena...
El amor tuvo el encanto, la magia y el aroma exquisito de los nardos y de las madreselvas en flor, que ilumino el corazon con una luz opalescente como la de aquella estrella hermosa e inalcanzable.
Todos los seres tenemos el privilegio de poder hacer renacer la fe, la alegria de vivir y porque no el amor?
La esperanza es como un jardin magico con rumorosas fuentes de agua cristalina y maravillosos pajaros encantados; como la fragancia del jazmin nacarado, como una noche estrellada junto al mar, o como el primer amor...
Y un dia sentimos que la primavera ha llegado de nuevo al corazon, que vuelve a florecer y los rayos del sol alumbran una nueva senda.
La luz del verdadero amor, es un regalo precioso, pero no debemos pensar que durara siempre.
Hay que vivir el presente, disfrutar los momentos de felicidad conservando la esperanza, pues siempre habra una primavera y tendremos otra vez en nuestro jardin madreselvas en flor...
ISTHAR.