PRIMAVERA El rayo solar, Refulgente de luz, Se aproxima flotando. La novia flor, conmoviéndose en color, le saluda jubilosa. Lleno de confianza, relata el rayo a la hija de la tierra, como las potencias solares, brotadas del espíritu en la morada de los dioses, escuchan el sonido del mundo. La novia flor, destellando en color, presta atención, pensativa al llameante sonido de la luz. VERANO ¡ Observa la planta ! es la mariposa encadenada a la Tierra. ¡Observa la mariposa! Es la planta liberada por el cosmos. OTOÑO El cuerpo de la Tierra, que aspira en pos del espíritu, palpita en el marchitar. Los duendes de las semillas, en las sustancias contraídos, van cobrando pujanza. Y del calor, los frutos desde las lejanías del espacio, vitalizan la existencia terrestre. Los terrenales sentidos, que en lo profundo penetran, contemplan lo porvenir, en la creación de las formas. Las entidades del espacio, que alientan en lo eterno, dirigen su mirada, sosegadamente, al tejer de la tierra. INVIERNO Contempla el sol a la medianoche. Con piedras edifica En el suelo sin vida. Descubre así en el ocaso y en la noche de la muerte el nuevo inicio de la creación el joven poder de la mañana. Deja revelarse las alturas del eterno Verbo de los dioses, pues han de amparar las honduras el placido cobijo. Viviendo en lo oscuro Genera tú un sol. Tejiendo en la materia Descubre la gloria del espiritu. | |
lunes, 22 de septiembre de 2008
poemas de RUDOLF STEINER
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