lunes, 29 de septiembre de 2008

LOS CUERVOS GRAZNAN POR LA TARDE by LI TAI-PO



Doradas nubes bañan la muralla.

Los negros cuervos graznan sobre sus nidos,
nidos en los que quisieran descansar.

En tanto, la joven esposa suspira, sola y triste,
sus manos abandonan el telar,
sus ojos están fijos en la azul cortina del cielo,
cortina que parece separarla del mundo,
como la leve niebla oscurece el río.

Está sola: el esposo viaja por países lejanos;
todas las noches está sola en su alcoba.

La soledad le oprime el corazón,
y sus lágrimas, como fina lluvia, caen en tierra.



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