martes, 7 de octubre de 2008

ZHOU TAO




Era un día de invierno
Cuando me tropecé con el país de las hadas

No fue una experiencia profunda
Pero me resultó bella en extremo

Era temprano de mañana y la nieve había caído sobre los yerbazales
El campo estaba cubierto como por una densa manta blanca

La luz del sol tocó la nieve, añadiendo su propia magia peculiar
Y en ese panorama entró corriendo una zorra

Era de un rojo encendido
Como una llama galopante, una descendiente del sol

Avanzaba penosamente en la nieve y
Enloquecida, casi cayó bajo los cascos de mi caballo

Paré en seco, asombrado. Vi sus ojos desbordando pánico
Y los finos hilos de la niebla alrededor de su boca

Le abrí paso, mirando larga y fijamente
Mientras su fiera figura se retiraba en la blancura

Súbitamente, llegaron desde atrás
Furiosos ladridos y pesado golpetear de cascos

Oh zorra, criminal, perseguida por cazadores; endurecida ladrona
de las praderas
Estafadora del mundo natural

Pero oré desde lo hondo de mi corazón-
No, por favor, no la capturen

Deja que esta vida feroz se escabulla por los campos de nieve
El lugar quedará de lo contrario demasiado tranquilo y solitario

Esta es una escena sin significación
Pero su imagen está claramente grabada en mi memoria


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