En el acantilado del Oeste un viejo pescador duerme toda la noche,
Al amanecer junta agua del río Hsiang, y hace un fuego con bambúes.
Las nieblas se disuelven, el Sol se eleva, ningún hombre aparece aún,
El remo boga, repentinamente las montañas y el río son verdes.
Navegando en medio de la corriente, mira hacia atrás, al cielo infinito,
Desde los acantilados, las nubes lo siguen sin intención.
No hay comentarios:
Publicar un comentario