El barranco encantado
No era ficción de tiempos remotos: una piedra
de azul celeste, al fondo del barranco sin sol,
muestra aún claramente las pisadas
que los pequeños elfos, en la escena pulida
dejaron, al danzar con brillante cortejo,
en festejos ocultos, tras el robo de un niño
dulce, como una flor, trocada por hierbajos,
con que intenta la madre abstraída acallar
su pena, si es posible. Pero decidme: ¿dónde
hallaréis un vestigio de las notas
que guiaron aquellos salvajes bailoteos?
¿En la tierra profunda o en las cumbres del aire,
en el nocturno cierzo o en los bancales donde
telarañas de otoño flotan en el crepúsculo?
4 comentarios:
Hola, Histhar!!
Ya he vuelto de mis vacaciones pero sigo con muchos lios y acontecimientos. Espero, en breve, ponerme al día de todo.
Por cierto, el niño, mejor dicho, la niña del poema de tu entrada de hoy puedes encontrarla en mi blog.
Me ha nacido una nueva sobrinita hoy :)
Un beso, guapa.
Uy!!!! Predona!!!
Con la emoción, he escrito Isthar con H al principio :(
Discúlpame, vale?
Otro beso.
llvllurciana mil felicidades, es un amor esa bebita, que todo sea alegría, mariposas, estrellitas.
Les deseo lo mejor.
Un abrazo
besos Isthar
¡Precioso blog, me ha encantado, felicidades!
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