Tú no sabes cuanto sufro! Tú que has puesto mis tinieblas |
en mi noche, y amargura mas profunda en mi dolor! |
Tú has dejado, como el hierro que se deja en una herida |
en mi oído la caricia dolorosa de tu voz. |
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Palpitante como un beso; voluptuosa como un beso; |
voz que halaga y que se queja; voz de ensueño y de dolor. |
Como sigue el ritmo oculto de los astros el océano‚ |
mi ser todo sigue el ritmo misterioso de tu voz. |
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Oh, me llamas y me hieres! Voy a ti como un sonámbulo |
con los brazos extendidos en la sombra y el dolor... |
Tú no sabes cuanto sufro! cómo aumenta mi martirio |
temblorosa y desolada, la caricia de tu voz. |
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Oh, el olvido! El fondo obscuro de la noche del olvido |
donde guardan los cipreses el sepulcro del Dolor! |
Yo he buscado el fondo obscuro de la noche del olvido, |
y la noche se poblaba con los ecos de tu voz... Ricardo Jaimes Freyre imagen de la web |
martes, 19 de agosto de 2008
SIEMPRE by Ricardo Jaimes Freyre
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