lunes, 3 de noviembre de 2008

De Oro de Indias by JOSE SANTOS CHOCANO


De Oro de Indias

Notas del alma indígena

¡Quién sabe!...

Indio que asomas a la puerta

de esta tu rústica mansión:

¿para mi sed no tienes agua?

¿para mi frío, cobertor?

¿parco maíz para mi hambre?

¿para mi sueño, mal rincón?

¿breve quietud para mi andanza?...

-¡Quién sabe, señor!

Indio que labras con fatiga

tierras que de otros dueños son:

¿ignoras tú que deben tuyas

ser, por tu sangre y por tu sudor?

¿ignoras tú que audaz codicia,

siglos atrás, te las quitó?

¿ignoras tú que eres el Amo?...

-¡Quién sabe, señor!

Indio de frente taciturna

y de pupilas sin fulgor:

¿qué pensamiento es el que escondes

en tu enigmática expresión?

¿qué es lo que buscas en tu vida?

¿qué es lo que imploras a tu Dios?

¿qué es lo que sueña tu silencio?

-¡Quién sabe, señor!

¡Oh raza antigua y misteriosa

de impenetrable corazón,

que sin gozar ves la alegría

y sin sufrir ves el dolor:

eres augusta como el Ande,

el grande Océano y el Sol.

Ese tu gesto que parece

como de vil resignación,

es de una sabia indiferencia

y de un orgullo sin rencor...

Corre en mis venas sangre tuya,

y, por tal sangre, si mi Dios

me interrogase qué prefiero

-cruz o laurel, espina o flor,

beso que apague mis suspiros

o hiel que colme mi canción-

responderíale dudando:

-¡Quién sabe, señor!

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