sábado, 29 de mayo de 2010

TULIPANES by ISTHAR


Un día con la intención de remodelar mi vida, decidí hacer algo que nunca me había atrevido a realizar,escribir acerca de los temas que me interesan y así fue que sin ser escritora, me dediqué a dar forma a mi fantasía y a confesar mis ideas que no se si serán acertadas, lógicas o buenas pero son la expresión de mi mente y mi corazón.Siempre en la búsqueda de los senderos espirituales que me lleven junto a los tesoros más preciados.En esos caminos no siempre he encontrado lo que anhelaba, sino que muchas veces he aprendido lecciones difíciles, que me han dado la posibilidad de crecer y madurar.Creo que mi vida no ha sido inútil, he sufrido soledad, he luchado con viejos esquemas que me llevaron a estar en abierta controversia con seres queridos. Y para no dejarme hundir por el peso de las circunstancias, decidí luchar y hacer de mi vida algo productivo, cultivando mi mente a travéz de la lectura y mi espíritu con la música, la meditación y la búsqueda de la verdad.Fue así que un día en mi incesante caminar encontré una pradera de tulipanes amarillos, resplandecientes bajo el cielo azul intenso. Estuve horas contemplando tanta belleza, nunca antes vista ni imaginada. Seguí hasta un lago como espejo, donde nadaban los cisnes, y los pájaros cantaban posados en los sauces, todo parecía sacado de un hermoso cuadro, las colinas, el sol de oro y el bosque con sus sonidos, con la frescura de su sombra; siento la vibración de ese mundo de follaje, la vida comienza, todo se desarrolla en la paz de ese lugar encantado.La diosa de la Naturaleza, regala sus más fabulosas galas, colma cada lugar del universo de belleza, de luz, de increíbles mariposas hermosas y fugaces como ilusiones, de pájaros blancos, que vuelan y se esconden en los árboles,ellos son libres e inalcanzables como las nubesEn medio de tanta vitalidad me doy cuenta que al tomar éste camino, me alejé de mis años oscuros, perdidos, solitarios, para entrar en éste mundo fabuloso que me renueva, me hace soñar, cura mi espíritu y me da fuerza para seguir siempre con la esperanza de encontrar otra primavera florida y una pradera de tulipanes amarillos...

viernes, 14 de mayo de 2010

POEMA by WANG WEI (690-759 d. de C)


POEMA by WANG WEI (690-759 d. de c.)
Poema
Últimamente comprendí el significado de la tranquilidad,día tras día me mantuve apartado de la multitud. Limpié mi cabaña y la preparé para la visita de un monje,que llegó a visitarme desde las montañas lejanas.Vino bajando desde los picos ocultos por las nubes,para verme en mi casa de techo de paja. Sentados en el pasto compartimos la resina del pino,quemando incienso leímos los sutras del Tao. Al terminar el día encendimos nuestra lámpara, las campanas del templo anuncian elcomienzo de la noche.Repentinamente advertí que la tranquilidad es realmente Felicidad,y sentí que mi vida tiene abundante ocio.
******************************
Wang Wei (699-759 D. De C.)Uno de los artistas más dotados de la época T'ang. Fue poeta, pintor, calígrafo y músico altamente distinguido. En pintura fue uno de los creadores del estilo llamado "Poh-muo hua" o sea "tinta salpicada", que se transformó en el favorito de los adeptos tanto Ch'an Ven como taoístas. Se graduó como Chin-shih en el año 721, a los 19 años, y el Emperador Hsüan-tsung lo nombró secretario de Estado. Arruinó su carrera al participar de la Rebelión de An Lu-shan, lo que le valió un corto tiempo en prisión.Fue un adepto del Budismo Ch'an, y tanto su poesía como su pintura revelan el alto desarrollo de su visión interior. Después de enviudar no volvió a casarse. Pasó su vejez escribiendo poesía y pintando en compañía de sus amigos en su villa situada en Wang Ch'uan, a los pies del Monte Chung-nan. Su Tung-po decía de él, que era capaz de evocar todo un paisaje en una sola línea de cinco caracteres.

LO QUE DICEN LAS GOLONDRINAS by TEOPHILE GAUTIER


Lo que dicen las golondrinas


Aquí y allá se ven las secas hojas
sobre campos de hierba amarillenta;
desde el alba a la noche el viento es fresco,
éste es el fin del tiempo de verano.


Veo abrirse las flores que conserva
el jardín como un último tesoro:
quiere lucir la dalia su divisa,
la maravilla su dorada toca.


La lluvia en el estanque hace burbujas
y tienen conciliábulos extraños
las golondrinas sobre los tejados:
¡Ya ha llegado el invierno con sus fríos!


Se reúnen por cientos con el fin
de llegar a un acuerdo sobre su éxodo.
Una dice: «Qué bien se está en Atenas,
viéndolo todo desde la muralla.


Todos los años voy allí y anido en
metopas del mismo Partenón.
En los frisos mi nido disimula
el hueco de una bala de cañón.»


Otra dice: «Yo tengo mi cuartito
en Esmirna, en el techo de un café;
sus granos de ámbar cuentan los hayíes
en el umbral que recalienta el sol.


Entro y salgo, avezada como estoy
a los rubios vapores de las pipas,
y entre mares humosos rozo siempre
los turbanes y feces al pasar.


» Ésta dice: «Yo habito en un triglifo,
en el frontón de un templo, allá en Baalbek;
allí me poso y me sujeto, encima
de mis crías de pico puntiagudo.»


Otra dice: «Sabed mi dirección:
Rodas, palacio de los caballeros;
cada invierno mi tienda se alza allí
en capiteles de negros pilares.


» Y la quinta: «Yo voy a descansar,
pues la edad no permite largos vuelos,
en las blancas terrazas que hay en Malta,
entre el azul del agua y el del cielo.


La sexta: «¡Hay que ver qué bien se está
en El Cairo y sus altos minaretes!
Recubro con el barro un ornamento
y mi cuartel de invierno ya está listo.»


«Pues yo tengo mi nido», dice la última
«donde está la segunda catarata;
el exacto lugar está indicado
en el psen de un monarca de granito».


«Mañana cuántas leguas», dicen todas,
«nuestra bandada habrá dejado atrás,
pardas llanuras, picos blancos, mares
azules con bordados espumosos».


Entre tanto chillido y aleteo,
sobre estrechas cornisas de la altura,
conversan entre sí las golondrinas
viendo cómo la herrumbre invade el bosque.


Comprendo las palabras que se dicen
porque al fin el poeta es como un pájaro;
pero, ay, está cautivo, y sus impulsos
se rompen contra redes invisibles.


¡Alas quiero tener, dadme unas alas!,
como dice aquel cántico de Rückert,
para volar con ellas hacia el oro
del sol, hacia la primavera verde.

miércoles, 12 de mayo de 2010

ODA A HOLDERLIN by HERMANN HESSE



Oda a Hölderlin


Amigo de mi juventud, a ti regreso agradecido ciertos atardeceres, cuando entre los saúcos en el jardín que duerme suena sólo la fuente susurrante. Hoy nadie te conoce, amigo mío; en estos tiempo nuevos muchos se han apartado del encanto tranquilo de la Hélade, sin oraciones y sin dioses prosaicamente el pueblo camina sobre el polvo. Pero para una secreta multitud de absortos entrañables a los que el dios llenó el alma de anhelos aún suenan las canciones de tu arpa divina. Cansados del trabajo regresamos ansiosos a la ambrosiaca noche de tu canto, cuyas flotantes alas nos protegen con un sueño dorado. Y cuando nos encanta tu canción más ardiente se enciende, más dolorosamente arde hacia el país dichoso del pasado hacia los templos de los griegos esta nostalgia que jamás termina.
Versión de Jesús Ruiz
HERMANN HESSE
Reseña biográfica
Poeta, ensayista y novelista alemán nacido en Calw, Selva Negra, en 1877.Descendiente de una familia de misioneros, sus padres quisieron orientar su educación por el camino religioso internándolo en un seminario del que se fugó pocos meses después. Un trabajo como bibliotecario le sirvió para completar su educación, dedicándose desde entonces al ejercicio literario. Escribió la primera colección de poesías en 1903 y su primera novela "Peter Camenzind" un año después. Adquirió gran fama y se consolidó como uno de los escritores más influyentes de Alemania. A raíz del movimiento nacionalista que se propagó antes de la I Guerra mundial, se pronunció en un tono pacifista que le valió ser tratado como traidor de la patria, situación que lo llevó a radicarse en Berna donde obtuvo en 1923 la nacionalidad suiza."Demian" 1919,"El lobo estepario" 1927, y "El juego de abalorios" 1943, figuran entre sus obras más importantes. Obtuvo el Premio Nobel en 1946.Falleció en Montagnola, Suiza, en 1962.

martes, 11 de mayo de 2010

LA NOCHE by WILLIAM BLAKE


La noche
Desciende el sol por el oeste,brilla el lucero vespertino;los pájaros están callados en sus nidos,y yo debo buscar el mío. La luna, como una flor en el alto arco del cielo,con deleite silencioso,se instala y sonríe en la noche. Adiós, campos verdes y arboledas dichosas donde los rebaños hallaron su deleite.Donde los corderos pastaron, andan en silenciolos pies de los ángeles luminosos;sin ser vistos vierten bendiciones y júbilos incesantes,sobre cada pimpollo y cada capullo,y sobre cada corazón dormido.Miran hasta en nidos impensados donde las aves se abrigan;visitan las cuevas de todas las fieras,para protegerlas de todo mal.Si ven que alguien llora en vez de estar durmiendo,derraman sueño sobre su cabezay se sientan junto a su cama.Cuando lobos y tigres aúllan por su presa,se detienen y lloran apenados;tratan de desviar su sed en otro sentido,y los alejan de las ovejas.Pero si embisten enfurecidos,los ángeles con gran cautela amparan a cada espíritu manso para que hereden mundos nuevos.Y allí, el león de ojos enrojecidos vertirá lágrimas doradas,y compadecido por los tiernos llantos,andará en torno de la manada,y dirá: "La ira, por su mansedumbre,y la enfermedad, por su salud,es expulsadade nuestro día inmortal.Y ahora junto a ti, cordero que balas,puedo recostarme y dormir;o pensar en quien llevaba tu nombre,pastar después de ti y llorar.Pues lavada en el río de la vida mi reluciente melena brillará para siempre como el oro,mientras yo vigilo el redil.

WILLIAM BLAKE
Reseña biográfica
Poeta, pintor y filósofo inglés nacido en Londres en 1757.Desde muy pequeño tomó cursos de dibujo y grabado en las escuelas de Henry Pars y James Basire, explorando al mismo tiempo el campo literario con la lectura de grandes poetas y escritores de la época.La marcada tendencia mística, producto de sus alucinaciones,quedó claramente expresada en su obra pictórica y poética, tal como se observa en su primera colección de poemas publicados en 1783 como "Poetical Sketches". Con la "Canción de inocencia" en 1789 y "Canciones de experiencia" en 1794, el poeta quiso reafirmar su creencia sobre la fuerza creativa de la imaginación humana frente a la razón.Entre 1793 y 1818, escribió un conjunto de poemas breves y una obra satírica, "Una isla en la luna", referente a su niñez.Falleció en medio de la pobreza en agosto de 1827. ©

miércoles, 28 de abril de 2010

PARA TI DE LA COLINA HE CORTADO ESTA FLOR by VICTOR HUGO


Para ti de la colina he cortado esta flor.
En la costa escarpada que hacia el mar desciende Y que sólo las águilas conocen y frecuentan.
En la roca agrietada, solitaria ella crecía.
Los costados de la triste cima de sombra
La bañaban y yo veía donde el sol ya no estaba, Como un arco brillante y rojo de victoria,
La noche oscura hacía un pórtico de nubes.
A lo lejos flotaban pequeños navíos.
En el fondo del valle unos techos temían
Llamar la atención brillando demasiado.
Para ti, mi amada, he cortado esta flor.
Es pálida y no tiene su corola perfume,
Su raíz no atrapó en la cima del monte
Sino el olor amargo de las algas marinas;
Mas dije: "pobre flor, desde lo alto de esta cima
Debieras descender hacia el abismo inmenso
Adonde van las algas, las nubes y los barcos,
Pero muere en su pecho, abismo aún más profundo,
Marchítate en su seno, donde palpita un mundo.
El cielo que te creó para perder tus pétalos
Te destinó a la mar y yo te entrego al amor".
El viento levantaba las olas, y el día ya no era
Sino un destello pálido, lentamente borrado.
¡Ay, cuánta tristeza había en mis pensamientos
Mientras el negro precipicio penetraba
mi alma
Con el frío estremecimiento del ocaso!

martes, 27 de abril de 2010

PLENITUD by VICTOR HUGO




Puesto que apliqué mis labios a tu copa llena aún,y puse entre tus manos mi pálida frente;puesto que alguna vez pude respirar el dulce alientode tu alma, perfume escondido en la sombra.
Puesto que me fue concedido escuchar de tilas palabras en que se derrama el corazón misterioso;ya que he visto llorar, ya que he visto sonreír,tu boca sobre mi boca, tus ojos en mis ojos.Ya que he visto brillar sobre mi cabeza ilusionadaun rayo de tu estrella, ¡ay!, siempre velada.Ya que he visto caer en las ondas de mi vidaun pétalo de rosa arrancado a tus días,
puedo decir ahora a los veloces años:¡Pasad! ¡Seguid pasando! ¡Yo no envejeceré más!Idos todos con todas nuestras flores marchitas,tengo en mi álbum una flor que nadie puede cortar.
vuestras alas, al rozarlo, no podrán derramarel vaso en que ahora bebo y que tengo bien lleno.Mi alma tiene más fuego que vosotros ceniza.Mi corazón tiene más amor que vosotros olvido.

Versión de L. S.







acerca de VICTOR HUGO TEXTO COMPLETO AQUI

Victor Hugo
22 de mayo. La multitud se agolpa en torno al cetro del ex-alcalde de París, par de Francia, vizconde..., hijo de su tiempo y leyenda de un siglo.
El hombre que escribió las Odas, a cuya cabeza le fue puesto precio, hombre cuya casa fue apedreada, tan amable como fogoso, voluptuoso, recargado, risueño, pintor, poeta, novelista, bonapartista, monárquico, socialista, esotérico, clasista, libre y esclavo.
Aquel sueño que hoy conocemos por el nombre de Victor Hugo fue padre de cinco hijos que vio morir, cuatro naturalmente, la última a manos de la locura. Casado, amante, fauno fiel, todo esto fue este sueño que reinó durante todo el siglo XIX, que contempló golpes de Estado, que participó en revueltas, que fue amado y reverenciado, en exceso, nunca como merecía, más de lo deseado... Fue el siglo de Victor Hugo.
Victor Hugo, hijo de un héroe de los tiempos de La Revolución Francesa y de una mujer renana... Tuvo una infancia tranquila, años felices (algunos de ellos transcurrieron en Madrid). Fue criado por su madre y el amante de éste, que luego sería condenado a muerte. Su padre, alejado, viviría con otra mujer (apodada «la generala»): Hecho este de gran trascendencia, ya que el propio Hugo repetiría semejante circunstancia (que mantuvo relaciones con «su» Julieta durante más de treinta años).
Pronto llegaron los premios y la enfermedad que coronaría su vida de laureles y sufrimientos: voluptuosidad. Incurable, intratable, único mal del que el enfermo no espera jamás poder recuperarse. Pronto contrajo matrimonio con la que sería su mujer en la distancia: Adèle Foucher. Años felices, años en los que escribe dramas teatrales como «Hernani», años de lucha política... Muy pronto escribe la que muchos consideramos es su gran novela: «Nuestra Señora de París».
El siglo es audaz y laberíntico, sin freno, y así Victor Hugo corre y escribe.
Poco dura la estabilidad para el enfermo. Los ecos del París, ciudad del amor y de los poetas que comienzan a despuntar... Su reverenciado Chateaubriand (lee muy joven «El genio del Cristianismo») es una influencia definitiva: «Como Chateaubriand o nada», diría en su temprana juventud. Sus tendencias políticas se ven puestas a prueba. Emperadores y nobles le colman de alabanzas, emplea estas influencias para su arte, su verdadera vocación. Como hiciera Beethoven, dedica obras a los «Bonapartes Chicos» de turno. Pronto «Notre Dame de París» se convierte en el primer best-seller de la época... Hugo se pierde en vericuetos políticos y amores de diversa índole. Julieta, la que sería su fiel compañera, ya ha hecho su aparición.
Estallan conflictos, Hugo es nombrado alcalde de París (aunque se mantiene más bien poco en su cargo). Más tarde tiene que refugiarse, huye como exiliado. Dumas apoya, Balzac muere, se ha ganado la admiración y el respeto de Delacroix: Hugo, humanista convencido en los grandes salones de la más rancia aristocracia.
Se refugia en la isla de Jersey, escribe «Los Miserables», más poemas, «La Leyenda de los Siglos», más poemas, mística, esoterismo, cábala... Cada día toma un baño en el mar, escribe de pie, profeta convencido de su mensaje que pretende fundar una nueva religión... Vuelve a París, apedrean su casa, se exilia, regresa... Julieta muere, la vida del anciano de ochenta años llega a su fin. Nos deja el legado de un siglo contemplado por una de las plumas más hábiles del siglo de todas las revoluciones. 22 de mayo.



viernes, 23 de abril de 2010

NOCHE DE JUNIO by VICTOR HUGO


Noche de junio Muere el día en verano. De sus flores cubierto,vierte el campo a lo lejos un perfume embriagante.Con los ojos cerrados y el oído entreabierto,dormimos en un sueño más claro y fascinante.Es más grata la sombra y el lucero es más puro.Una luz imprecisa los espacios colora,y el alba dulce y pálida, esperando su hora,vaga toda la noche al pie del cielo oscuro.

Versión de Andrés Holguín

jueves, 22 de abril de 2010

SI PUDIERAMOS IR by VICTOR HUGO


Si pudiéramos ir
Él decía a su amada: Si pudiéramos ir los dos juntos, el alma rebosante de fe, con fulgores extraños en el fiel corazón, ebrios de éxtasis dulces y de melancolía, hasta hacer que se rompan los mil nudos con que ata la ciudad nuestra vida; si nos fuera posible salir de este París triste y loco, huiríamos;no se adónde, a cualquier ignorado lugar, lejos de vanos ruidos, de los odios y envidias,a buscar un rincón donde crece la hierba, donde hay árboles y hay una casa chiquita con sus flores y un poco de silencio, y también soledad, y en la altura cielo azul y la música de algún pájaro que se ha posado en las tejas, y un alivio de sombra... ¿Crees que acaso podemos tener necesidad de otra cosa en el mundo?



Versión de Víctor M. Londoño

miércoles, 21 de abril de 2010

LOS NIDOS by VICTOR HUGO


Cuando el soplo de abril abre las flores,buscan las golondrinas
de la vieja torre las agrestes ruinas;los pardos ruiseñores
buscando van, bien mío,el bosque más sombrío,para esconder a todos su morada
en los frondosos ramos.y nosotros también, en el tumulto
de la inmensa ciudad, hogar oculto
anhelantes buscamos,donde jamás oblicua una mirada
llegue como un insulto;y preferimos las desiertas calles
donde la turba inquietaen tropel no se agrupa; y en los valles
las sendas del pastor y del poeta;y en la selva el rincón desconocido
donde no llegan del mundo los rumores.
Como esconden los pájaros su nido,vamos allí a ocultar nuestros amores.

Versión de Salvador Díaz Mirón

miércoles, 14 de abril de 2010

QUE SALGA EL INDIO ENTRE LAS PIEDRAS**by Mario Melendez




Que salga el Guayasamín que cada uno tenemos
que salga el indio entre las piedras, médula a médula
el gran precipicio que somos, la gran llaga ecuatoriana
y lo que cae del ojo al cielo, y lo que arruga el aire
y lo que sale de nosotros mismos como una rosa deforme
y lo que araña más adentro que salga
que salga el trueno, la bocanada, el relámpago
la hebra furiosa y tuerta que mira sangrar el alma
y aquí, en esta jaula ardiente que es América de luto
están pendiente los nombres de aquellas manos clavadas
de aquellos pies desahuciados, de aquellos huesos de humo
de aquel sueño arrojado al gran ataúd del miedo
o simplemente del árbol con sus ramas infinitamente secas
Porque no estamos muertos, no estamos
y hay uno que ahora brinca por encima de los sables
y hay uno que bebe fuego y lleva alas de ceniza
y hay uno que agrieta el río con su cráneo universal
y hay uno que dice yo, yo soy el indio entre las piedras
y todo el horror humano se me apaga en el cuerpo
y tengo lágrimas y penas
y el corazón como una luna borracha
y el esqueleto dormido, y la mandíbula tiesa
y a mi oído brama el perro de las noches podridas
y a mi boca rueda el beso de la angustia que mata
Y yo pinto, yo pinto con mi voz y con mis uñas repletas
yo pinto con mi oxígeno la cicatriz del viento
raspo la puñalada maldita de los siglos
me sumerjo en el ácido mortal de las pupilas andinas
desnudo el recuerdo de la calavera sombría
y en mí sobreviven las tripas cortadas de cuajo
y cada grito soy yo, cada mejilla nacida del grito
cada suspiro fatal y su patria de aguja
cada mujer, cada hombre
cada animal volteado en la vértebra dramática
todos y cada uno de ellos
y en todas partes la vida como un sol amargo
y yo, hinchado de colores
cierro las alas y duermo sobre la tristeza



sábado, 10 de abril de 2010

Ahuyentemos el tiempo, amor... by Gioconda Belli



Ahuyentemos el tiempo, amor,
que ya no exista;
esos minutos largos que desfilan pesados
cuando no estás conmigo
y estás en todas partes
sin estar pero estando.
Me dolés en el cuerpo,
me acariciás el pelo
y no estás
y estás cerca,
te siento levantarte
desde el aire llenarme
pero estoy sola, amor,
y este estarte viendo
sin que estés,
me hace sentirme a veces
como una leona herida,
me retuerzo
doy vueltas
te busco
y no estás
y estás
allí
tan cerca.

miércoles, 7 de abril de 2010

CASTILLOS DE ARENA by GIOCONDA BELLI


Castillos de arena ¿Por qué no me dijiste que estabas construyendo
ese castillo de arena?
Hubiera sido tan hermoso
poder entrar por su pequeña puerta,
recorrer sus salados corredores,
esperarte en los cuadros de conchas,
hablándote desde el balcón
con la boca llena de espuma blanca y transparente
como mis palabras,
esas palabras livianas que te digo,
que no tienen más que el peso
del aire entre mis dientes.
Es tan hermoso contemplar el mar.
Hubiera sido tan hermoso el mar
desde nuestro castillo de arena,
relamiendo el tiempo
con la ternura
honda y profunda del agua,
divagando sobre las historias que nos contaban
cuando, niños, éramos un solo poro
abierto a la naturaleza.
Ahora el agua se ha llevado tu castillo de arena
en la marea alta.
Se ha llevado las torres,
los fosos,
la puertecita por donde hubiéramos pasado
en la marea baja,
cuando la realidad está lejos
y hay castillos de arena
sobre la playa...



Reseña biográfica

Poeta y novelista nicaragüense nacida en Managua en 1948.
Junto a Ernesto Cardenal y Claribel Alegría, inició la renovación de la poesía en su país. Un marcado acento erótico impregna buena parte de su obra, aunque la última producción denota una gran preocupación por los cambios políticos de su patria.
Entre los libros más reconocidos, se destacan «Sobre la grama» y «Eva». ©

lunes, 5 de abril de 2010

Estoy viva como fruta madura...by GIOCONDA BELLI




Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.

No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.

Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida,
el canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el colegio.

Si.
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos,
suelta como mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días,
desenrollando el tiempo
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.

Soy la mujer que piensa.
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas.

GUACOLDA by MARIO MELENDEZ



GUACOLDA

Hembra continental vestida para un viaje sin palabras
la sombra del espejo donde mueren las miradas
se parece a ti
tiene las mismas grietas esparcidas en un mar amargo
la misma historia adolorida en el balcón
donde la raza asoma
Oye a los jinetes adherirse al gran imán de los recuerdos
siente a la manada desgarrar las armaduras de los dioses
huele al primogénito del viento galopar de noche
mientras sangran a lo lejos las encías
y la muerte entra en la herida de la muerte
deshuesando el bien y el mal
Sube en el latido del cultrún
hasta donde el cóndor sacude su cabellera intratable
su túnica de plumas ancestrales
su vuelo matrimonial de alas sonámbulas
Y baila
baila junto a los hijos que no vendrán a consolarte
baila entre los guerreros que degollará el olvido
baila con tu pueblo el rito de la flecha sudorosa
el rito de la flecha sin piedad
el rito de la flecha sin sonrisa
el rito de la flecha humedecida
por el llanto de las calaveras
por el llanto de los coihues y de los sueños castrados
Y aún así
cuando la sangre mueva los pies
para hablar con los espíritus
y tú la veas venir hacia tu propia sangre
hacia tu propio pie
hacia tu propio origen
cuando el musgo tape las sobras
de la gran ira de Arauco
y los pájaros queden con la servilleta puesta
malhumorados por no haber llegado antes
cuando los ríos se ahoguen de ardor
y el queltehue amontone los gestos
del último de los caídos
lucha
lucha para que el pan se desmigue en tu mesa
lucha para que el maíz recupere su orgullo
lucha para que la flecha sonría de nuevo
para que el ciervo te enseñe a beber
para que el miedo no roa tu alma
Lucha hasta que el luto anestesie tu edad
porque estás destinada a hacerte llaga
y en ti mamarán las estrellas



sábado, 3 de abril de 2010

EL BARCO DEL ADIÓS by MARIO MELENDEZ




Yo soy el niño que juega con la espuma
de los mares desahuciados
Por esa playa embanderada de gaviotas
yo estiro mis brazos como flojas redes
mientras las olas pellizcan mis sueños
y una sola lágrima revienta contra las rocas
Los arrecifes se asoman a la orilla
vienen descalzos a bailar sobre mi alma
y en sus labios traen algas y corales
la levadura del mar convertida en beso
Yo muevo mis pies entonces
como dos viejos remos
mi corazón es un océano de rostros y de manos
y yo entro en él sin darme cuenta
con mi equipaje de arena
aferrado al timón del viento
a la proa de los años
donde una voz que no es mi voz
eleva el ancla de este pequeño barco
que se aleja con mi infancia a bordo




Mario Meléndez (Linares, Chile, 1971). Estudió Periodismo en la Universidad La República de Santiago. Entre sus libros figuran: "Autocultura y juicio" (con prólogo del Premio Nacional de Literatura, Roque Esteban Scarpa), "Apuntes para una leyenda" y "Vuelo subterráneo". En 1993 obtiene el Premio Municipal de Literatura en el Bicentenario de Linares. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. Ha sido invitado a numerosos encuentros literarios entre los que destacan el Primer y Segundo Encuentro de Escritores Latinoamericanos, organizado por la Sociedad de Escritores de Chile (Sech), Santiago, 2001 y 2002, y el Primer Encuentro Internacional de Amnistía y Solidaridad con el Pueblo, Roma, Italia, 2003, donde es nombrado miembro de honor de la Academia de la Cultura Europea. A comienzos del 2005, es publicado en las prestigiosas revistas "Other Voices Poetry" y "Literati Magazine". Durante el mismo año obtiene el premio "Harvest International" al mejor poema en español otorgado por la University of California Polytechnic, en Estados Unidos. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, rumano, persa y catalán. Actualmente trabaja en el proyecto "Fiestas del Libro Itinerante".


viernes, 2 de abril de 2010

ESTAS VIOLETAS MUSTIAS byJUAN RAMON JIMENEZ



Estas violetas mustias...¡Oh qué olor tan lejano!
¿Es un olor que viene de otro mundo, en el viento?
¿O es que el olor, mujer, les llega por tu mano
desde tu corazón, jardín de sentimiento?

¿Quedó, tal vez, su aroma,entre negligencias
vagas y melodiosas de un aire distraído?
¿Es música fragante de ensueños y de ausencias
de un parque verde y triste el reino del olvido?

¡Huelen a versos viejos, a tardes de amor puro,
a corazón de niña, a los primeros llantos,
a aquél abril de plata que el dolor puso oscuro
...encantos sonrientes que fueron desencantos!
Juan Ramón Jiménez

DESDE LEJOS by DELMIRA AGUSTINI


Desde lejos En el silencio siento pasar hora tras hora
como un cortejo lento, acompasado y frío
¡Ah, cuando tú estás lejos de mi alma todo llora,
y al rumor de tus pasos hasta en sueños sonrío!

Yo sé que volverás, que brillará otra aurora
en mi horizonte grave como un sueño sombrío;
revivirá en mis bosques tu gran risa sonora
que los cruzaba alegre como el cristal de un río.

Un día, al encontrarnos tristes en el camino
yo puse entre tus manos mi pálido destino.
¡Y nada más hermoso jamás han de ofrecerte!

Mi alma es, frente a tu alma, como el mar frente al cielo:
pasarán entre ellas, cual la sombra de un vuelo,
la Tormenta y el Tiempo y la Vida y la Muerte!



Reseña biográfica


Poeta uruguaya nacida en Montevideo en 1886, en el seno de una familia burguesa descendiente
de alemanes, franceses y porteños.
Desde muy corta edad incursionó en el campo poético publicando su primer poemario, El libro blanco en 1907.
Luego aparecieron Cantos de la mañana en 1910 y Los cálices vacíos.
Mujer de gran sensibilidad y sensualismo, asombró a Montevideo y Buenos Aires con sus libros de versos.
Contrajo matrimonio en 1913. Su matrimonio fracasó a los dos meses, y un año después, en 1914, murió asesinada
por su marido quien se suicidó después.
Después de su muerte se publicaron dos composiciones más: El rosario de Eros y La alborada.
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lunes, 29 de marzo de 2010

LA ENAMORADA by ALEJANDRA PIZARNIK


La enamorada

ante la lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo
y te fuiste triste estabas sola
y la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!

domingo, 28 de marzo de 2010

Cómo llenarte, soledad... by LUIS CERNUDA




Cómo llenarte, soledad,
sino contigo misma...

De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,
quieto en ángulo oscuro,
buscaba en ti, encendida guirnalda,
mis auroras futuras y furtivos nocturnos,
y en ti los vislumbraba,
naturales y exactos, también libres y fieles,
a semejanza mía,
a semejanza tuya, eterna soledad.

Me perdí luego por la tierra injusta
como quien busca amigos o ignorados amantes;
diverso con el mundo,
fui luz serena y anhelo desbocado,
y en la lluvia sombría o en el sol evidente
quería una verdad que a ti te traicionase,
olvidando en mi afán
cómo las alas fugitivas su propia nube crean.

Y al velarse a mis ojos
con nubes sobre nubes de otoño desbordado
la luz de aquellos días en ti misma entrevistos,
te negué por bien poco;
por menudos amores ni ciertos ni fingidos,
por quietas amistades de sillón y de gesto,
por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,
por los viejos placeres prohibidos
como los permitidos nauseabundos,
útiles solamente para el elegante salón susurrado,
en bocas de mentira y palabras de hielo.

Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona
que yo fui,
que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;
por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,
limpios de otro deseo,
el sol, mi dios, la noche rumorosa,
la lluvia, intimidad de siempre,
el bosque y su alentar pagano,
el mar, el mar como su nombre hermoso;
y sobre todo ellos,
cuerpo oscuro y esbelto,
te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,
y tú me das fuerza y debilidad
como el ave cansada los brazos de la piedra.

Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
oigo sus oscuras imprecaciones,
contemplo sus blancas caricias;
y erguido desde cuna vigilante
soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
por quienes vivo, aún cuando no los vea;
y así, lejos de ellos,
ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
roncas y violentas como el mar, mi morada,
puras ante la espera de una revolución ardiente
o rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.

Tú, verdad solitaria,
transparente pasión, mi soledad de siempre,
eres inmenso abrazo;
el sol, el mar,
la oscuridad, la estepa,
el hombre y su deseo,
la airada muchedumbre,
¿qué son sino tú misma?

Por ti, mi soledad, los busqué un día;
en ti, mi soledad, los amo ahora.