domingo, 18 de enero de 2009

SOLEDAD by ROSALIA DE CASTRO


SOLEDAD

Un manso río, una vereda estrecha,
un campo solitario y un pinar,
y el viejo puente rústico y sencillo
completando tan grata soledad.

¿Qué es soledad? Para llenar el mundo
basta a veces un solo pensamiento.
Por eso hoy, hartos de belleza, encuentras
el puente, el río y el pinar desiertos.

No son nube ni flor los que enamoran;
eres tú, corazón, triste o dichoso,
ya del dolor y del placer el árbitro,
quien seca el mar y hace habitable el polo.

TÚ PARA MÍ, YO PARA TI, BIEN MÍO... by ROSALIA DE CASTRO


TÚ PARA MÍ, YO PARA TI, BIEN MÍO...

I

Tú para mí, yo para ti, bien mío
-murmurábais los dos-
«Es el amor la esencia de la vida,
no hay vida sin amor» .

¡Qué tiempo aquel de alegres armonías!...
¡Qué albos rayos de sol!...
¡Qué tibias noches de susurros llenas,
qué horas de bendición!

¡qué aroma, qué perfumes, qué belleza
en cuanto Dios crió,
y cómo entre sonrisas murmurábais:
«¡No hay vida sin amor!»

II

Después, cual lampo fugitivo y leve,
como soplo veloz,
pasó el amor..., la esencia de la vida...;
mas... aún vivís los dos.

«Tú de otro, y de otra yo» , dijísteis luego.
¡Oh mundo engañador!
Ya no hubo noches de serena calma,
brilló enturbiado el sol!...

¿Y aún, vieja encina, resististe? ¿Aún late,
mujer, tu corazón?
No es tiempo ya de delirar, no torna
lo que por siempre huyó.

No sueñes, ¡ay!, pues que llegó el invierno
frío y desolador.
Huella la nieve, valerosa, y cante
enérgica tu voz.
¡Amor, llam inmortal, rey de la tierra,
ya para siempre, adiós!

YO NO SÉ LO QUE BUSCO ETERNAMENTE... by ROSALIA DE CASTRO



YO NO SÉ LO QUE BUSCO ETERNAMENTE...

Yo no sé lo que busco eternamente
en la tierra, en el aire y en el cielo;
yo no sé lo que busco; pero es algo
que perdí no sé cuando y que no encuentro,
aun cuando sueñe que invisible habita
en todo cuanto toco y cuanto veo.
Felicidad, no he de volver a hallarte
en la tierra, en el aire, ni en el cielo,
y aun cuando sé que existes
y no eres vano sueño!

YA NO MANA LA FUENTE. BY ROSALIA DE CASTRO


YA NO MANA LA FUENTE...

Ya no mana la fuente, se agotó el manantial;
ya el viajero allí nunca va su sed a apagar.

Ya no brota la hierba, ni florece el narciso,
ni en los aires esparcen su fragancia los lirios.

Sólo el cauce arenoso de la seca corriente
le recuerda al sediento el horror de la muerte.

¡Mas no importa! A lo lejos otro arroyo murmura
donde humildes violetas el espacio perfuman.

Y de un sauce el ramaje, al mirarse en las ondas,
tiende en torno del agua su fresquísima sombra.

El sediento viajero que el camino atraviesa,
humedece los labios en la linfa serena
del arroyo que el árbol con sus ramas sombrea,
y dichoso se olvida de la fuente ya seca.

sábado, 17 de enero de 2009

ESTACIONES by ROSALIA DE CASTRO




Adivínase el dulce y perfumado
calor primaveral;
los gérmenes se agitan en la tierra
con inquietud en su amoroso afán,
y cruzan por los aires, silenciosos,
átomos que se besan al pasar.
Hierve la sangre juvenil; se exalta
lleno de aliento el corazón, y audaz
el loco pensamiento sueña y cree
que el hombre es, cual los dioses, inmortal.
No importa que los sueños sean mentira,
ya que al cabo es verdad
que es venturoso el que soñando muere,
infeliz el que vive sin soñar.
¡Pero qué aprisa en este mundo triste
todas las cosas van!
¡Que las domina el vértigo creyérase!...
la que ayer fue capullo, es rosa ya,
y pronto agostará rosas y plantas
el calor estival.
Candente está la atmósfera;
explora el zorro la desierta vía:
insalubre se torna
del limpio arroyo el agua cristalina,
el pino aguarda inmóvil
los besos inconstantes de la brisa.
Imponente silencio
agobia la campiña;
sólo el zumbido del insecto se oye
en las extensas y húmedas umbrías;
monótono y constante
como el sordo estertor de la agonía.
Bien pudiera llamarse, en el estío,
la hora del mediodía,
noche en que al hombre de luchar cansado
más que nunca le irritan,
de la materia la imponente fuerza
y del alma las ansias infinitas.
Volved, ¡oh, noches de invierno frío,
nuestras viejas amantes de otros días!
Tornad con vuestros hielos y crudezas
a refrescar la sangre enardecida
por el estío insoportable y triste...
¡Triste!... ¡Lleno de pámpanos y espigas!
Frío y calor, otoño o primavera,
¿dónde..., dónde se encuentra la alegría?
Hermosas son las estaciones todas
para el mortal que en sí guarda la dicha;
mas para el alma desolada y huérfana,
no hay estación risueña ni propicia.

DEL RUMOR CADENCIOSO DE LA ONDA... by ROSALIA DE CASTRO


Del rumor cadencioso de la onda
y el viento que muge;
del incierto reflejo que alumbra
la selva o la nube;
del piar de alguna ave de paso;
del agreste ignorado perfume
que el céfiro roba
al valle o a la cumbre,
mundos hay donde encuentran asilo
las almas que al peso
del mundo sucumben.

jueves, 15 de enero de 2009

SIEMPRE ESTAS by VALERIA AZUL



Cuando un pino danza al compás del viento
tu estás allí, en ese movimiento encadenado,
a miles de movimientos del espacio,

Cuando mi cabeza reposa sobre la almohada
y acomodo mi cabello en un gesto habitual
tu estás allí, en esos pensamientos que descansan
que te extrañan, que miden un día más sin ti.

Cuando dos colores se unen en una ochava de luz
tu estás allí, tu gris peremne al paso del tiempo
es indestructible y se asocia al azul del mar
formando una única piel inalterable, perdurable.

Cuando la suave luz azul de una vela perfumada
Se libera, se amplia y expande en el espacio
Tu estás allí, en esa llama roja apasionada.

Siempre estás, aun, cuando no lo sepas,
siempre estás

sábado, 13 de diciembre de 2008

AMOR DE PAMPA Y MAR ADENTRO by Yanira Soundy




Te toco en la memoria y una luz cae mar abierto, eres fuerza irresistible que me atrae y voluntad que precipita cada uno de mis pasos. Impulso que mezcla el gozo y la tristeza, suspiro y amor que corta el viento.

¿Qué importa si no estrecho más el coral de tus labios ni arribo a tus ojos con las sienes serenas?

Si soy el hálito que te absorbe el pensamiento y me tocas en la memoria inalterable del recuerdo.

¿Qué importa si es agreste el mar y tú no llevas rumbo?

Si beso la ribera y el vuelo de las aves, donde tus ojos encienden matorrales de deseo.

Déjame esta voz para hablarte en el silencio, hombre, cielo gris de ritmos y gaviotas, amor de pampa y mar abierto.

Déjame esta voz, luego estallarás en risa fresca, me querrá tu alma, buscarás mis brazos y la triste cigarra hará revuelos en el viento.

¿Qué importa si se cierra nuestro cerco y apago los latidos de mi pecho? Si ahora soy la cóncava gruta para tu cauce serpentino y tú la lluvia torrencial que me humedece desesperada, honda y doliente.

No sé si volverás, no sé si existes o eres sólo un vano sueño.

¡Amor de pampa y mar abierto!

AMOR ETERNO by Yanira Soundy



Fallezco en el intento de tocarte, amor de tierra, espacio y piel, porque este viento sólo habla de tormentas y sombras que se rompen en pedazos.

Soy el beso virgen que prendido de tus ojos hace florecer todos sus campos; soy esa mujer, eternidad que yerra sola por la sombra, amor de manos ciegas.

Y tú, doliente rama de hojas transparentes, mil promesas, mares, cerros y collados.

Quiero cubrirme toda con tu cielo para desvestir mi piel inmóvil. Ven...desordena mi corazón, y mitiga el hondo sin fin de mi tristeza.

Amor efímero y eterno que se desploma en el adiós.

Seremos sombra y olvido tomados de la mano, dos almas que lloran en la oquedad del pensamiento. Tan libres, tú en el viento, yo en el secreto del mar; tú en los llanos y las sierras, yo en los hilos del sol y en los acantilados.

Fallezco en el intento de tocarte.

Amor efímero y eterno, el más puro, el más pequeño.

AMOR INACCESIBLE by Yanira Soundy


En esta cárcel de mi alma giro sin huellas.

Soy la rosa ya palidecida, la hoja temerosa que tiembla entre tus alas, un nido vacío.

Detrás de mí, están el suspiro largo y frío, una lejana música, ardida piel prohibida.

Soy un amor de soledad, lleno de sombra, una fría ceniza de ilusión, un vuelo silencioso.

Soy ese amor que corre por las noches largas de ánforas plenas y ritmos azules.

Quisiera tocarte, y quedarme en tus oídos, con el aire de mis palabras.

Amor primero, íntimo, tan mío.

PARA LLEGAR A AMARME by Yanira Soundy



Este día en el ascensor, la inquietud ha vedado nuestro beso. A pesar de vernos llegar sin el usual cargamento de miedos y quimeras, con los ojos de ópalo y la sed que arde en nuestros cuerpos.

Estás frente a mí , como un jardín de tallos en mis venas, donde estallan flores encendidas. Ardorosa maraña de historias en este suelo de sombras y pájaros de espumas.

Estas en mí, con la pompa del follaje eterno..

Déjame llenar mis labios de sonrisas, entender que mi vida esta hecha para las cumbres y no para los abismos. Quiero alejarme a la estación anónima y acariciar tu cabello de lunas.

Este día la inquietud ha vedado nuestro beso. Se abre el ascensor y un áureo polen cae sobre mi corazón desnudo. Mientras tú permaneces callado y frío.

Es el misterio que abre nuestras manos, es el amor que se fue y no vino. Un viento en los naranjales, donde tiembla el cantar de los ayes...

Miro tu rastro en los caminos vividos: firmando en el silencio, mesas de manteles blancos, noches de castos proyectos, sueños de ramas nerviosas, perfumes verbales, bailes y compases... miro en tu noche: la galantería indiscreta, los donativos a la iglesia y los acentos medidos de tus palabras.

¿cómo encontrar los dóndes, los cómos, los porqués? Como articular lo perdido y aquello que es solo un instante de quien juega a divagar, a soñar... a tener un paisaje irreal y un piano de hojas. Es andar y desandar con los párpados cerrados.

Para llegar a amarme es necesario aprender a estrenar las alas de los pájaros y entregarte sin la embriaguez de las cañadas abiertas.

Hoy te miro como el niño que corre para no asustarse, con su otoño prendido como sol a mi silueta; seguro de vivir para olvidar la vida. No escuchas el ruido de los sueños, la dulce hierba que cae , acaricia y se va, ni la orilla fresca donde los pies desnudos ignoran al viento. No rompes el frío ni salpicas las flores con las palabras.

Tu luna aparece en el cielo al contraluz de la tarde...

La sombra espesa ha callado nuestras bocas, amarrándonos las manos intactas.

He llegado a casa, veo de lejos el tráfico imponente, y destellos de luz sobre las cabezas de los automovilistas. Me siento frente a la computadora, suspendida en el tiempo y conjugo el rojo, el índigo, la plata, la dulzura del otoño, el amarillo.. la música nueva y las estrellas marchitas.

lunes, 8 de diciembre de 2008

BOSQUE DE ROSAS by Jose Martí



BOSQUE DE ROSAS

Allí despacio te diré mis cuitas;
Allí en tu boca escribiré mis versos!-
Ven, que la soledad será tu escudo!
Pero, si acaso lloras, en tus manos
Esconderé mi rostro, y con mis lágrimas
Borraré los extraños versos míos.

Sufrir ¡tú a quien yo amo, y ser yo el casco
Brutal, y tú, mi amada, el lirio roto?
Oh, la sangre del alma, tú la has visto?
Tiene manos y voz, y al que la vierte
Eternamente entre la sombra acusa.
¡Hay crímenes ocultos, y hay cadáveres
De almas, y hay villanos matadores!
Al bosque ven: del roble más erguido
Un pilòn labremos, y en el pilòn
Cuantos engañen a mujer pongamos!

Esta es la lidia humana: la tremenda
Batalla de los cascos y los lirios!
Pues los hombres soberbios ¿no son fieras?
Bestias y fieras! Mira, aquí te traigo
Mi bestia muerta, y mi furor domado.-
Ven, a callar; a murmurar; al ruido
De las hojas de Abril y los nidales.
Deja, oh mi amada, las paredes mudas
De esta casa ahoyada y ven conmigo
No al mar que bate y ruge sino al bosque
De rosas que hay al fondo de la selva.
Allí es buena la vida, porque es libre-
Y la virtud, por libre, será cierta,
Por libre, mi respeto meritorio.
Ni el amor, si no es libre, da ventura.
¡Oh, gentes ruines, las que en calma gozan
De robados amores! Si es ajeno
El cariño, el placer de respetarlo
Mayor mil veces es que el de su goce;
Del buen obrar ¡qué orgullo al pecho queda
Y còmo en dulces lágrimas rebosa,
Y en extrañas palabras, que parecen
Aleteos, no voces! Y ¡qué culpa
La de fingir amor! Pues hay tormento
Como aquél, sin amar, de hablar de amores!
Ven, que allí triste iré, pues yo me veo!
Ven, que la soledad será tu escudo!

POEMA by JOSE MARTI


Si ves un monte de espumas,
Es mi verso lo que ves:
Mi verso es un monte, y es
Un abanico de plumas.
Mi verso es como un puñal
Que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral.
Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo.
Mi verso al valiente agrada:
Mi verso, breve y sincero,
Es del vigor del acero
Con que se funde la espada.

La Niña de Guatemala by JOSE MARTI


La Niña de Guatemala

Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos,
Y las orlas de reseda
Y de jazmín: la enterramos
En una caja de seda.

...Ella dio al desmemoriado
Una almohadilla de olor:
El volvió, volvió casado:
Ella se murió de amor.

Iban cargándola en andas
Obispos y embajadores:
Detrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.

...Ella, por volverlo a ver,
Salió a verlo al mirador:
El volvió con su mujer:
Ella se murió de amor.

Como de bronce candente
Al beso de despedida
Era su frente ¡la frente
Que más he amado en mi vida!

...Se entró de tarde en el río,
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,
La pusieron en dos bancos:
Besé su mano afilada,
Besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver
A la que murió de amor!

domingo, 7 de diciembre de 2008

POEMA by WILLIAM WORDSWORTH



«Cuando medito a solas en el hombre,
en la naturaleza, en esta vida,
veo alzarse ante mí series de imágenes
que acompaña un resquicio de delicia
pura, sin mezcla de tristeza. Y soy
consciente de afectuosos pensamientos
y de gratos recuerdos que sosiegan
el alma que desea sopesar
el bien y el mal en nuestra condición.
A estas emociones -sobrevengan
por una circunstancia sólo externa
o de un impulso propio del espíritu-
quisiera dedicar copiosos versos.
Verdad, amor, belleza o esperanza,
miedo o nostalgia por la fe domados,
palabras de consuelo en la tristeza,
fuerza moral, poder del intelecto,
alegría esparcida por el mundo,
espírítu del hombre que mantiene
su ascético retiro, solamente
sujeto a la conciencia y a la ley
suprema de aquel Ser que todo rige,
esto canto. ¡Que encuentre mi auditorio!»

Así rezaba el bardo en su sagrado
arrobamiento. «¡Urania, necesito
la guía de una musa, si es que hay tales
y la tierra o el alto cielo habitan!
Porque he de fatigar oscuras simas,
hollar profundidades y otros mundos
para los que el Azul no es más que un velo.
Ningún terror o fuerza indescriptible
que haya cobrado jamás una forma,
el mismo Yahvé, su trueno y sus ángeles
canoros en los tronos del Empíreo,
ninguno temo. Ni siquiera el Caos
ni el más oscuro pozo del Erebo
ni el vacío insondable que los sueños
escrutan, me provoca este temor
que cae sobre nosotros al volvernos
hacia el alma del hombre, mi obsesión
y región principal de este mi canto.
La belleza -presencia de la tierra
que supera las más hermosas formas
que el arte haya compuesto con materias
terrenales- vigila mi trayecto,
prepara el campamento mientras ando
y me sigue de cerca. Paraísos,
Campos Elíseos que en el Atlántico
se buscaban antaño ¿por qué deben
ser sólo crónica de un mundo extinto
o una mera ficción, jamás reales?
Porque cuando el intelecto del hombre
Desposa este universo de hermosura
con amor y pasión, los halla como
un hecho cotidiano cualquier día.
Antes de la hora definitiva
cantaré solitario la alegría
de este gran desposorio y, con palabras
que tan sólo refieren lo que somos,
despertaré al sensual del mortal sueño
y al vacuo y vanidoso propondré
nobles empresas, mientras mi voz canta
con qué delicadeza el alma humana
(quizá también las mismas facultades
de la especie en conjunto) se conforma
a este mundo exterior; y al mismo tiempo
-tema éste olvidado por los hombres-
cómo el mundo se adecua al alma humana.
También he de cantar la creación
-no merece otro nombre- que esta unión
puede alcanzar: es éste mi argumento.
Con estos mis propósitos, si a veces
me vuelvo hacia otra parte -con las tribus
y pueblos de los hombres, donde abundan
recíprocas pasiones de locura,
oigo a la Humanidad cantar su angustia
en los campos, o rumio la tormenta
del dolor, refugiado ya por siempre
en la ciudad- que suenen estos versos
ante oídos benévolos y yo
no sea despreciado ni abatido.
¡Desciende, aire profético que inspiras
al alma con la voz del universo,
soñando el porvenir, y que posees
un templo en los henchidos corazones
de los grandes poetas! Vierte en mí
el don de la visión y que mi canto
brille con la virtud en su lugar,
derramando benéfica influencia
segura de sí misma y siempre a salvo
del efecto fatal que nos envían,
desde el mundo inferior, las mutaciones
que acechan a lo humano. Y si con esto
mezclo asuntos más bajos (el objeto
contemplado y la mente que contempla,
el qué y el quién, el hombre transitorio
que tuvo esa visión, el cuándo, el dónde
y cómo fue su vida) no habrá sido
en vano esta tarea. Si este tema
roza objetos más altos -¡pavoroso
Poder cuyo favor es la semilla
de la iluminación!- que mi existencia
sea imagen de un tiempo más perfecto,
maneras más sencillas, más juiciosos
deseos. Nutre mi alma en libertad
y puros pensamientos: sea entonces
tu amor mi guía, alivio y esperanza.
Versión de Gabriel Insausti

WILLIAM WORDSWORTH

Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello, que me deslumbra.
Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba,
de la gloria en las flores, no hay que afligirse, porque la belleza siempre
subsiste en el recuerdo.



miércoles, 3 de diciembre de 2008

ADIOS by VALERIA AZUL




Uno a uno soltaste mis dedos,
tu mano lentamente se alejo de la mía.
Juntaste miradas, uniste sonrisas
y con un suspiro que trono en el mar
prometiste a la inmensidad, un adiós.

La brisa me trajo tu determinación
se enfrío mi alma como un día sin sol
abrace mi cuerpo desolado
pero nada pudo detener la decisión.

Recordé besos robados al tiempo
abrazos con intensa pasión
caricias de profunda ternura
todo con poesías de color azul.

Una música suave, armoniosa
meció mis sueños inciertos
y robándote los labios
llegue hasta tu corazón.

Allí secaron mis lágrimas
los ecos del amor extinguido
y entendí que hasta los sueños
tienen dueños como los jardines
y que como ellos necesitan de
un jardinero que los cuide con pasión,

que hay un tiempo para cada mirada
que hay un espacio para cada sonrisa
que hay un calendario que aun
no es presente, para nuestro amor.

VALERIA AZUL



imagen de Josephine Wall

DIAMANTE AZUL by VALERIA AZUL



Reía jugando en un jardín perfumado
cruzaba un puente blanco inmaculado,
encerraba mi mano un diamante azul
jugaba feliz con mariposas multicolores.

En una orilla, la niñez en su esplendor
del otro lado del puente, sobre esa ribera
la vida adulta de hoy, todas las ausencias
las experiencias acumuladas , almacenadas.

El diamante azul deja escapar su brillo
Entre los dedos que lo encierran
a pesar del transcurso del tiempo
no quiero soltarlo , liberarlo.

No es por su brillo, ni color
no es por su quilates y belleza
es mi pedacito de cielo
mi estrella prestada por firmamento
mi niñez con su inocencia
mi juventud con su fuerza arrolladora
es mi hoy y mi mañana.

Todos traemos un pedacito de universo
cuando nacemos y habitamos este suelo
nuestra misión es cuidarlo, protegerlo
y cuando regresemos a nuestro origen
-abrir nuestras manos y reponer
ese diamante azul, puro carbón cristalizado
con lo mejor de nuestra vida.

VALERIA AZUL


imagen de Josephine Wall

martes, 2 de diciembre de 2008

Sentado en Meditación by Po Chu -I (772-846).


Sentado en Meditación
Voy a dormir tan espontáneamente como los pájaros retornan al bosque,
Durante el día mi mente está tan libre de cuidados como la del monje mendicante. Mi
vida es como la de la grulla que grita unas pocas veces bajo el pino,
Como la silenciosa luz de la lámpara en el bosquecito de bambúes.
En medio de la noche me siento con las piernas cruzadas,
Ni siquiera respondo al llamado de mi hija o de mi esposa.

Al Magistrado Ch'ang by Wang Wei (699-759).


Al Magistrado Ch'ang
En los últimos años me gusta la calma:
Las diez mil cosas no tienen lugar en mi corazón.
Miro atrás, no encuentro mejor plan:
Sólo sé volver al bosque profundo.
El viento de los pinos agita mis ropas sueltas,
La luz de la luna ilumina, toco mi laúd.
Usted pregunta ¿cuál es la Realidad última?
La canción del pescador entra profundamente en las orillas