miércoles, 15 de octubre de 2008
CREDO by LEON FELIPE
Aquí estoy...
En este mundo todavía... Viejo y cansado... Esperando
a que me llamen...
Muchas veces he querido escaparme por la puerta maldita
y condenada
y siempre un ángel invisible me ha tocado en el hombro
y me ha dicho severo:
No, no es la hora todavía... hay que esperar...
Y aquí estoy esperando...
con el mismo traje viejo de ayer,
haciendo recuentos y memoria,
haciendo examen de conciencia,
escudriñando agudamente mi vida...
¡Qué desastre!... ¡Ni un talento!... Todo lo perdí.
Sólo mis ojos saben aún llorar. Esto es lo que me queda...
Y mi esperanza se levanta para decir acongojada:
Otra vez lo haré mejor, Señor,
porque... ¿no es cierto que volvemos a nacer?
¿No es cierto que de alguna manera volvemos a nacer?
Creo que Dios nos da siempre otra vida,
otras vidas nuevas,
otros cuerpos con otras herramientas,
con otros instrumentos... Otras cajas sonoras
donde el alma inmortal y viajera se mueva mejor
para ir corrigiendo lentamente,
muy lentamente, a través de los siglos,
nuestros viejos pecados,
nuestros tercos pecados...
para ir eliminando poco a poco
el veneno original de nuestra sangre
que viene de muy lejos.
Corre el tiempo y lo derrumba todo, lo transforma todo.
Sin embargo pasan los siglos y el alma está, en otro sitio...
¡pero está!
Creo que tenemos muchas vidas,
que todas son purgatorios sucesivos,
y que esos purgatorios sucesivos, todos juntos,
constituyen el infierno, el infierno purificador,
al final del cual está la Luz, el Gran Dios, esperándonos.
Ni el infierno... ni el fuego y el dolor son eternos.
Sólo la Luz brilla sin tregua,
diamantina,
infinita,
misericordiosa,
perdurable por los siglos de los siglos...
Ahí está siempre con sus divinos atributos.
Sólo mis ojos hoy son incapaces de verla...
estos pobres ojos que no saben aún más que llorar.
sábado, 11 de octubre de 2008
PRAGA, 1924 by LOURDES GIL
Marina Tsvetayeva.
O rehaces
bajo la cimitarra de la luna
las viejas plazoletas de la ciudad
con telarañas que se escurren
por rajaduras del empedrado medieval.
Quizás andas aun por la Colina de Smijovski
y enciendes las bujías moscovitas
con trazos insomnes y cirílicos.
Todo parece abordar ese momento inútil
de las conversiones. El momento
de la rebelde despedida
que rehuimos en medio del tumulto.
Me asomo a tu pliego de papel
y te estremeces desde el oscuro fondo
de la capilla. Escribes (asediada todavía)
como el pánico rueda por tu pluma.
Escribes sin las retorceduras
de los códigos de hoy, naturalmente.
Escribes lo que luego tuvimos que aprender:
que la casa se derrumba
que el cielo de hojalata esta oxidado
que es una franja de acero el malecón
y la lluvia una melena vertical.
Se arrinconaban los augurios
tras los frescos altivos de San Jorge.
En tu oda (oda desmesurada) a Rilke
lo reclamaste del mármol de la muerte.
El fulgor de tu mente diviso su Poema del fin
el mismo fin de las adelfas de tu cuerpo
que fue un paisaje azul petersburgués
de sensaciones majestuosas.
En el espacio contiguo crecían pústulas
y en tus versos
las desarticulaciones de la elipse
se abrían como gavetas de amargura
como un manto egipcio de néctares secretos
resbalando hacia su nuevo reino:
heno llama enceguecedora herida
y sándalo aromoso.
Todo esta a punto de desentrañarse.
De desvalijarte Marina
de la capucha marrón en que realiza su viaje
la existencia.
La luna también crece
brilla su hoz siega a golpes tu melancolía
tus silabas preñadas de absolutos
de amenazantes negaciones.
Los fantasmas alargados de los peregrinos
conversan en los puentes
como lóbulos anclados bajo el hielo.
En la mas alta latitud
cuelgan inermes las cabezas de tus hijos.
Todo esta a punto de desmoronarse
a tu alrededor. Una visión de la guadaña
se desliza por frente de la luna
como por una montaña inusitada.
La montaña es el nuevo reino, dices.
Mas cuando el gigante imponente se desploma
dices que Dios es un árbol baobab
que se dilata.
Que hay otro dios encima que no vemos.
Rilke esta en la montaña. Su ceno
es un espejo de barro que tampoco vemos.
El río se esclarece, casi gorjea
en su sabiduría de murmullos
y elegías sepultadas de murmullos.
¿Traerá de nuevo en sus azogues transparentes
el espejo capaz de proyectar tu imagen
al espacio
para que puedas volver a componer el mundo
de acuerdo a tus designios?
CUANDO NACIO GABRIEL by LOURDES GIL
dormí en su sombra caudalosa, en su letargo
de visiones. Pero se resquebró
el codicioso anillo de mis complacencias.
Se oscurecía el jaspe de su rostro.
Comenzó todo a teñirse de destellos:
el paisaje precipitado tras las casas
que limitan nuestro patio,
la tapia que se cierne descuidada
por sobre la gravilla,
los azulejos que celebran conciliábulos
por hacer menos cruento a abril.
Dentro, las lenguas amarillas de las lámparas
hurgan por entre las ranuras del parquet.
Hay un grato olor a incienso
y a hierbas aromáticas
que esparce hirviente la vigilia.
Cuando nació Gabriel huyeron los siniestros
personajes que en la niñez se aferraron
a mis linfas. Derrote la añoranza
de lo que quedaría sin hacer
o sin remedio. Se inicio una aventura,
un rumor insondable de mitos
de ascuas de amapola
de gráciles refugios mas acá del horizonte.
Cuando nació Gabriel todo se recubrió
de aureolas y de mirra
de pálidos dibujos y relentes secretos.
Todo fue Mahler y trébol y eclipse sonoro.
Todo fue el soplo indomable
del ardor que se derrama
desde la estoica solidez de los jarrones.
DESVELO DE LOS PAJAROS ANOCHE by LOURDES GIL
Toda la noche los oímos volar:
su vuelo era el dibujo orbicular de los presagios,
la simiente derramándose en lo oscuro.
Durante noches infinitas desvelados
no supimos leer en la penumbra el aleteo.
Nada enseñaba ya San Juan después de tantos siglos,
Ni oscuridad sonora ni cena que lograra
enamorarnos. Somos los abandonados de la fe,
los sumidos de álgida alegría y rechinar de dientes.
Como advertir las lides del amor, los mensajes
de las calandrias en la sombra
sin festines de San Juan ni recreo de los sentidos,
con nuestras conjeturas habituales
desvaneciéndose en el aire.
Si se inundaba de pétalos la noche y no
nos enterábamos.
Se colmaba de juncos amarillos cada hebra abierta
del otoño, de besos desbordantes,
de la ternura que ahora se vuelca compartida
y que creímos se había perdido para siempre.
No veíamos ninguna de estas cosas.
No entendimos lo que el sueño traía a diario
en su arpillera. No comprendimos
la fábula que iba depositándose en furias
y poemas
sobre el párpado. Ni los nenúfares
que enrojecían a la luz y perforábanse de arpegios
si se juntaban nuestras manos.
No asumimos la asfixia del deseo
alojado en su arco interminable de inocencia.
Era un vuelo de aves lo que oímos pasar,
un alvéolo de estrellas que hace miles de años
están muertas y fosforescen todavía.
Ah, fuga de los dioses, abandono, torrentes
de la lluvia, gritos de cimarrón, de profecías
incumplidas en los montes. Himnos vedas himnos
pánicos, misterio inasible del amor,
anclaje vegetal de una pasión, su anillo de oro,
celo ensordecedor de la cigarra,
la verde seducción de su quejido, de su vientre
al temblor de la corteza de los arces.
Descorre los visillos. Que nos visiten
el cuello arqueado de la anémona,
el sibilante ruego del país perdido,
los coros de aves cubiertas de guirnaldas.
Desde el coral los canes mudos del cronista
anuncian el regreso de los dioses.
Hinchan de almizcle las vasijas con sus fértiles
danzas. Desasidos de todo van cayendo exhaustos
sobre nuestros cuerpos dormidos, desnudos.
martes, 7 de octubre de 2008
SUEñOS FLOTANTES by SUN GUANGXIAN
Mi corazón se rompe en primavera.
Como las flores arrancadas de un tajo
o amante avecilla separada de su pareja,
otra vez esta escena de abandono.
Cubro el espejo y me rizo las cejas.
si he de seguir este sendero de dulce yerba,
deja que el viento sople sobre mis sueños,
y así pueda yo seguirle a todas partes
todo el dia
UNA VISITA A CH'ANG, EL TAOÍSTA RECLUIDO DE NAN-CH'I Liu Chang-Ch'ing
A lo largo del camino
cubierto de musgo,
En dirección a tu choza,
descubro las huellas
de tus pasos.
Blancas nubes yacen ocultas
sobre tu silenciosa isla;
Fragantes hierbas crecen
hasta la altura
de tu inútil puerta.
Un chubasco pasajero
revela el color
de los pinos.
Vagando por los cerros
hallé el nacimiento
de un arroyo.
Arroyo, flores, meditación:
todo es uno y no sienten
la necesidad de hablar.
Literalmente: Barranca occidental
RÍO NEVADO Liu Tsung-Yüan
SOBRE LA TORRE DESDE LA CUAL SE DOMINA EL RÍO Po Chü-I Junto al río se yergue la torre de cien pies de alto; Por allí pasa una extensa carretera de m
SOBRE LA TORRE DESDE LA CUAL SE DOMINA EL RÍO
Po Chü-I
Junto al río se yergue
la torre de cien pies de alto;
Por allí pasa una extensa
carretera de mil de millas;
Contemplar el lejano horizonte
desde esta altura
Me basta para confortar
la mente y el corazón.
Los correos no se detienen
a todo lo largo del camino,
Los soldados se precipitan
hacia sus guarniciones.
En tiempos tan turbulentos
Siento de manera especial
que es bueno estar ocioso.
Ahora que he pasado los cuarenta,
En verdad, no es demasiado pronto
para que me retire.
Déjame que ahora limpie
los vestidos manchados de polvo.
No es demasiado tarde
para que retorne a los cerros.
AGASAJANDO A UNA COMITIVA DE LETRADOS UN DÍA DE LLUVIA EN CASA DEL GOBERNADOR Wei Ying-Wu
AGASAJANDO A UNA COMITIVA DE LETRADOS
UN DÍA DE LLUVIA EN CASA DEL GOBERNADOR
Wei Ying-Wu
La bien disciplinada guardia
presenta sus lanzas.
En la cámara del huésped oficial
se siente una exquisita fragancia;
El viento y la lluvia arrojan
violentamente el agua;
Pero nosotros estamos cómodos
en un tibio aposento
desde el cual se divisa el lago.
De momento, inquietud y temor
han sido ahuyentados.
Otra vez mis honorables huéspedes
se arremolinan en el amplio salón;
En cuanto a mí, me siento avergonzado
de vivir aquí
de manera tan extravagante
Mientras pienso en mi pueblo
que sufre privaciones.
Pero sofoquemos estos escrúpulos
de conciencia
Y sigamos nuestra inclinación natural.
Aunque debemos prescindir
de las viandas frescas,
Hay gran abundancia
de frutas y vegetales.
Dignaos beber un vaso de vino
Mientras escucho con atención
la recitación de vuestros poemas.
Cuando el espíritu es feliz
el cuerpo se aligera,
Y querría cabalgar
en las alas del viento.
Su-chou es el hogar de todos
los hombres de letras;
Una gran ola de cultura se ha extendido
espontáneamente aquí.
¿Cómo se puede decir
que los confines de este gran estado
descansan sobre la riqueza
y el poder únicamente?
Li Ch´ing-Chao (1084-1151)
¿Quién plantaría, bajo mi ventana, este plátano?
Sus sombras cubren el patio.
Tercera vela; oigo, bajo mi almohada, el bisbiseo,
la incesante llovizna.
Cae, gota a gota, cae sinr espiro.
Cae.
No me levanto ni la escucho:
me acompaña mi pena.
El kiosco y el riachuelo.
El placer compartido. Corrió el vino.
Ebrios y ya saciados, extraviamos el rumbo.
Nuestra barca flotando en la corriente,
apresada de pronto por racimos de lotos.
Remamos y remamos.
Vasto rumor de alas: airones y gaviotas,
su sueño interrumpido, volaban en la orilla.
El viento cede.
Fragancia de pétalos caídos hace poco.
El vaho de la tieera.
Avanza la mañana y me cansa peinarme.
Todo está igual pero él se ha ido
y todo está vacío.
Las palabras traicionan: habla mejor el llanto.
Dicen que en dos arroyos todavía
la primavera es primavera.
¡Flotar allá, mecida por las aguas!
Pero con tanta pena
mi frágil barco se hundiría.
Se disipa el aroma del loto rojo.
La estera, fría, huele a otoño.
Abro mi vestido y, sola, salto en la barca.
¿Quién me envía un mensaje, allá entre las nubes?
Una escuadra de patos salvajes
traza en el cielo signo ilegibles.
La luna inunda la torre del oeste.
Han de caer los pétalos,
ha de correr el agua infatigable.
Dos soledades: un mismo sentimiento
nos une y nos separa.
Quisiera no pensar en todo esto y es inútil:
mi cabeza vacía, mi corazón henchido.
Anoche, por el vino, me despeiné ya tarde.
En el ramo, ya seco, pétalos de ciruelo.
Sueño de primavera, roto
por el sabor del vino: despierto a mi presente.
La luna, arriba, quieta.
Cierran las alas las cortinas... Y sin embargo
yo todavía rozo estos pétalos caídos,
todavía me envuelve este perfume
que no acaba de irse
y toco este momento todavía.
EL TAO
Hablar poco es lo natural.
Un huracán no puede durar toda la mañana.
Una tormenta no puede durar todo el día.
¿Qué produce todo esto?
El Cielo y la Tierra
Si ni siquiera el Cielo y la Tierra
Pueden durar eternamente
¿no ocurrió lo mismo.
Y con mayor razón, con el hombre?
Quien obra con arreglo al Tao,
Se identifica con el Tao
Cuando tiene éxito,
Se identifica con el éxito;
Cuando fracasa
se identifica con el fracaso
Camina con el Tao
camina contento.
Cuando gana,
Gana con su Virtud y gana contento
Cuando pierde.
Pierde con el Tao y pierde contento,
Si la fe no es suficiente
Es que no se tiene fe.
EL REBAñO DE CABALLOS SALVAJES by ZHOU TAO
EL REBAÑO DE CABALLOS SALVAJES
Erguidos están en la llanura salvaje
Dejando que el viento del desierto despeine sus crines
Los cuellos estirados contemplando tristes el encuentro de cielo y tierra
El horizonte nunca alcanzable
En nudos
Formando por tripartición en la extensión de cielo y tierra
Un cuadro de supervivencia por mutua confianza
Contrariamente a los caballos comunes
Que son sus familiares
Arrastran tupidas colas sobre la maleza
Enredadas crines sobre pecho cuello y frente
Nunca peinados o adornados
Sus lomos cubiertos de polvo
No llevan plateados aparejos
Sus robustas ancas
No llevan marcas del hierro
Difícil hallar docilidad
En sus tozudos ojos salvajes
Descendientes de aquellos que sudaban sangre
Progenie de los férreos atacantes turcos
Supervivientes accidentales
Que migran desde antiguas batallas
De una campaña cruel
Históricos testigos de una tierra estéril
Nobles entre los caballos del ayer
Desprovistos de suntuosos establos
Vagabundos de la intemperie
Confrontados con la amenaza de extinción
Contendiendo con manadas de lobos
Buscadores de agua y yerba en desiertos vacíos
Evadiendo los cañones de la captura y la muerte
Mas aunque todas las tempestades del mundo cayeran sobre ellos
No se pondrían de rodillas a suplicar por sus vidas
Ellos también se han acercado
A las tiendas de los pastores
Suavemente
Cuando la noche cae
Respirando el calor del aliento humano
Cabezas colgando silenciosas a la escucha del habla misteriosa y de la risa
La tierna pasión que se esconde en la sangre
Evocada en sus almas salvajes
Una ola de nostalgia por un viejo hogar
Que los mantiene largo tiempo
En absorto silencio
Hasta que el primer ladrido
Los hace desaparecer
Otra vez sin dejar huella
Escudriñando mientras el rebaño escapa a la persecución
Y se desliza en la blanca sombra de la noche
Pueden haber murmurado
¡Ajá! el rebaño de caballos salvajes
ZHOU TAO
Era un día de invierno
Cuando me tropecé con el país de las hadas
No fue una experiencia profunda
Pero me resultó bella en extremo
Era temprano de mañana y la nieve había caído sobre los yerbazales
El campo estaba cubierto como por una densa manta blanca
La luz del sol tocó la nieve, añadiendo su propia magia peculiar
Y en ese panorama entró corriendo una zorra
Era de un rojo encendido
Como una llama galopante, una descendiente del sol
Avanzaba penosamente en la nieve y
Enloquecida, casi cayó bajo los cascos de mi caballo
Paré en seco, asombrado. Vi sus ojos desbordando pánico
Y los finos hilos de la niebla alrededor de su boca
Le abrí paso, mirando larga y fijamente
Mientras su fiera figura se retiraba en la blancura
Súbitamente, llegaron desde atrás
Furiosos ladridos y pesado golpetear de cascos
Oh zorra, criminal, perseguida por cazadores; endurecida ladrona
de las praderas
Estafadora del mundo natural
Pero oré desde lo hondo de mi corazón-
No, por favor, no la capturen
Deja que esta vida feroz se escabulla por los campos de nieve
El lugar quedará de lo contrario demasiado tranquilo y solitario
Esta es una escena sin significación
Pero su imagen está claramente grabada en mi memoria
lunes, 6 de octubre de 2008
Conocimiento - TAO - LAO TSE
Conocimiento y Experiencia -TAO -LAO TSE
Deseo TAO -LAO TSE
Deseo
Cuando el Mundo no está en acuerdo con el Tao,Los caballos transportan a los soldados a través de los campos;
Cuando el mundo está de acuerdo con el Tao,
Los caballos tiran de arados a través de los campos.
No hay mayor maldición que el deseo;
No hay mayor miseria que el descontento;
No hay mayor enfermedad que la codicia;
Pero el que se conforma con lo que posee
Siempre será rico.
Calma TAO - LAO TSE
Calma
La gran perfección semeja imperfecta,Pero no decae;
La gran abundancia parece vacía,
Pero no se acaba.
Una gran verdad parece contradictoria;
Una gran inteligencia parece estupidez;
Una gran elocuencia parece incomprensible.
Aunque parece que la acción vence a la contención,
La inmovilidad vence al deseo;
Así pues, el que permanece calmado es quien tiene el control.
Contenerse TAO- LAO TSE
Contenerse
Fama o Ego: ¿Qué es más querido?Ego o riqueza: ¿Qué es más valioso?
Beneficio o pérdida: ¿Qué es más doloroso?
Una gran virtud se expone a un gran desgaste,
Una gran riqueza se expone a un gran robo,
Pero una gran contención no expone a ninguna pérdida.
Así pues: El que sabe cuando detenerse
No continúa hacia el peligro,
Y puede resistir mucho tiempo.