jueves, 28 de febrero de 2013

La exquisitez espiritual se da,cuando el Ser logra situarse mas alla de las pasiones, Venganza, Odio y maldades detras del telon.Cuando en ese Ser aun perviven esos sentimientos, quiere decir que le falta mucho camino por recorrer. Esa se...nda, la debe seguir en el silencio de la Meditacion que un dia la conducira al feliz encuentro con su conciencia, Camino que debe ser recorriido a solas consigo mismo. Mientras ese Ser expanda su Venganza, Odio, y maldades detras del telon, estara muy lejos de llegar, a la perfeccion de la Bondad, y de la Iluminacion. Namaskar. Issa

jueves, 15 de noviembre de 2012


Tierra de nadie* by ELOY SANCHEZ ROSILLO


Llega un momento, un día, en que nos encontramos
en mitad de la vida sin mañana ni ayer.
No somos los que fuimos y no damos el paso
hacia los que seremos y no queremos ser.

¿Qué ha sido de los sueños que soñé, que soñaba
cuando era yo un muchacho y era todo verdad?
No sé lo que ha pasado ni sé por qué se apagan
los antiguos afanes. Noy hay sueños que soñar.

El presente es apenas este cuarto en que escribo,
esta casa sin nadie, este silencio y
estas horas monótonas, esta nada, este frío,
esta tarde de invierno y ese cielo tan gris.

Queda el recuerdo 'es cierto' de los años aquellos
en que tuve ilusiones y tuve juventud.
Pero valen bien poco a veces los recuerdos.
Atardece deprisa. Ya declina la luz.


LA LUZ NO TE RECUERDA: * by ELOY SANCHEZ ROSILLO


Entra la luz hoy en el cuarto como
entraba la otra tarde. Pero no
nos encuentra aquí juntos de nuevo: no has venido.
Yo puedo recordarte.
Y te recuerdo, a solas, en esta habitación
-llena de nada ahora- que entonces compartimos.
Las palabras que hablamos, la música, tu risa,
y lo que entre nosotros sucedió en esas horas,
siguen viviendo en mí.
Pero la luz no te recuerda, porque
la luz ama el presente. Regresa sin memoria
a la estancia vacía. Y ya no sabe
que se enredó en tu pelo y que brilló en tus ojos,
que, a la vez que mis manos minuciosas, anduvo
despacio por tu cuerpo. No, la luz no recuerda
haber estado aquí, contigo, con nosotros.
Llega, alegre y dorada,
al lugar en que ardiera la otra tarde la vida.
Y únicamente encuentra en su silencio
a un hombre recordando, recordándote:
un hombre triste, y derrotado, y solo.


Eloy Sánchez Rosillo


MURCIA nacio (Murcia, 24 de junio de 1948)signo Cancer
Toda la obra de Eloy Sánchez Rosillo gira en torno a un tema al que sus poemas vuelven con reiterada lucidez: la mutación de su yo en el tiempo. « Yo soy el tema de mi libro», era la frase de Montaigne con la que el poeta murciano encabezaba Autorretratos. Una cita con la que el autor daba una pista de lo que es la poesía para él: una forma, de revivir el inaprehensible momento feliz que se filtra entre los dedos de un tiempo que transcurre inexorable.
La evocación del pasado, su inclinación al recuerdo, una insuperable nostalgia por la vida que se escapa, son las emociones y sentimientos que el poeta intenta atrapar en sus poemas. Es esta obsesión por el fluir del tiempo lo que le hace exclamar en La vida, su última obra:
El antes es después
lo que pasó no ha sido, lo que aún
ha de venir está ocurriendo.
Sánchez Rosillo se dio a conocer en 1977, cuando ganó el premio Adonais de poesía por su obraManeras de estar solo, en el que dejaría ya la impronta de su estilo elegiaco y su forma de entender la poesía. La memoria, el recuerdo, los momentos felices que se fueron, son los protagonistas de unos poemas que cobran aún más intensidad en Páginas de un diario, confidencias en las que el autor retorna a sus recuerdos y evocaciones de infancia a través de un estilo sencillo y directo.
La vida es su última creación. Desde la madurez, con un estilo más sobrio que nunca, vuelve a cantar lo que el tiempo le ha ido arrebatando:
Toqué entonces el mundo: lo hice mío, fue mío.Han pasado los años. Ahora yo solo soy
el que recuerda, el que vivió, el que escribe.
Rosillo deja constancia de su intención de retratar su propio mundo con la inclusión de la fecha de elaboración junto a sus poemas. Una preocupación detectable en los propios títulos de sus obras, íntimos, personales, y con un tono claramente autobiográfico: Páginas de un diario, Autorretratos, Las cosas como fueron, La vida...

FUENTE:http://servicios.laverdad.es/escritores-murcia/45_rosillo.html

HABER VIVIDO
Haber vivido en este mundo hermoso
inspira confianza. ¿Quién que tenga
cierta experiencia del vivir dirá
que todo fue un engaño? Si escuchaste
al jilguero cantar cuando eras niño,
si has tocado la luz, si conociste
el amor y el dolor, viste la luna,
te dio su sombra un árbol, caminaste
solo o con alguien junto al mar o un río,
sabes de sobra que es verdad la vida
y que somos misterio, que es misterio
cuanto ha existido, o es, o existirá.
También, que aquí te encuentres y que un día
—un día milagroso como todos—
digan que te has marchado y aún se escuche
tu canción a lo lejos.




Tierra de la soledad* by ELOY SANCHEZ ROSILLO


Con el tiempo los cuerpos se acostumbran
a caminar completamente solos
sobre la tierra de la soledad.
Las vagas sensaciones, los recuerdos
de los lugares en los que encontramos
a alguien con quien hablar, a alguien que escuche
nuestras palabras mientras cae la tarde,
se van borrando lentamente, como
huellas que el viento apaga y desordena.
Y el eco tibio del antiguo encuentro
no persiste en la voz, en el lenguaje
con que aprendimos a nombrar las cosas.
Sólo queda la noche. Y nos perdemos
en el largo silencio de las calles
vacías. Y al llegar la madrugada
sentimos frío y respiramos muerte.
16 de octubre de 1975



LUZ QUE NUNCA SE EXTINGUE* by ELOY SANCHEZ ROSILLO


L
Te equivocas, sin duda. Alguna vez alcanzan
tus manos el milagro;
en medio de los días que idénticos transcurren,
tu indigencia, de pronto, toca un fulgor que vale
más que el oro más puro:
con plenitud respira tu pecho el raro don
de la felicidad. Y bien quisieras
que nunca se apagara la intensidad que vives.
Después, cuando parece que todo se ha cumplido,
e entregas, cabizbajo, a la añoranza
del breve resplandor maravilloso
que hizo hermosa tu vida y sortilegio el mundo.


 Tu error está en creer que la luz se termina.
Al cabo de los años he llegado a saber
que en la naturaleza del milagro
Se funden lo fugaz y lo perenne.
Tras su apariencia efímera,
el relámpago sigue viviendo en quien lo vio.
Porque su luz transforma y ya no eres
el hombre aquel que fuiste antes de que en tus ojos,
de que en el fondo oscuro de tu ser fulgurase.



LA PLAYA *by ELOY SANCHEZ ROSILLO

Nadie podrá quitarme —me digo— la ilusión
de soñar que ha existido esta mañana.
Se ha detenido el tiempo: oigo tu risa,
tus palabras de niño. Nunca he estado
tan conforme con todo, tan seguro
de mi alegría. Juegas junto al agua, y te ayudo
a recoger chapinas, a levantar castillos
de arena. Vas corriendo de un sitio para otro,
chapoteas, das gritos, te caes, corres de nuevo,
y luego te detienes a mi lado y me abrazas
y yo beso tus ojos, tus mejillas, tu pelo,
tu niñez jubilosa. El mar está
muy azul y muy plácido. A lo lejos,
algunas velas blancas. El sol deja
su oro violento en nuestra piel.
Me digoque es cierto este milagro, que es verdad
el inmóvil fluir de la quieta mañana,
la ilusión de soñar el remanso dulcísimo
en el que acontecemos como seres
dichosos de estar vivos, felices de estar juntos
y de habitar la luz.


Pero escucho, de pronto,
el ruido terrible y oscuro y velocísimo
que hace el tiempo al pasar, y la firmeza
de mi sueño se rompe; se hace añicos
—como un cristal muy frágil— la ilusión
de estar aquí, contigo, junto al agua.
El cielo se oscurece, el mar se agita.
Siento en mi sangre el vértigo espantoso
de la edad: en un instante, transcurren muchos años.
Y te veo crecer, y alejarte. Ya no eres
el niño que jugaba con su padre en la playa.
Eres un hombre ahora, y tú también comprendes
que no existió, ni existe, ni existirá este día,
la venturosa fábula de mis ojos mirándote,
la leyenda imposible de tu infancia.
Estás solo, y me buscas. Pero yo he muerto acaso.
Somos sombras de un sueño, niebla, palabras, nada.


a lo lejos *by ELOY SANCHEZ ROSILLO

a lo lejos
 Una niña —qué lejos— me sonríe.
Y, desde allí, me mira.
Infancia de mi madre.
Vieja fotografía.




ALLÍ Y AQUÍ* by ELOY SANCHEZ ROSILLO

Los grillos de la infancia no cantan allí sólo;
también cantan ahora, y al oírlos escucho
la música piadosa y dulce de la vida
y un cascabel de sombra y desamparo.


HABER VIVIDO *byELOY SANCHEZ ROSILLO

Haber vivido en este mundo hermoso
inspira confianza. ¿Quién que tenga
cierta experiencia del vivir dirá
que todo fue un engaño? Si escuchaste
al jilguero cantar cuando eras niño,
si has tocado la luz, si conociste
el amor y el dolor, viste la luna,
te dio su sombra un árbol, caminaste
solo o con alguien junto al mar o un río,
sabes de sobra que es verdad la vida
y que somos misterio, que es misterio
cuanto ha existido, o es, o existirá.
También, que aquí te encuentres y que un día
—un día milagroso como todos—
digan que te has marchado y aún se escuche
tu canción a lo lejos.


BALADA DE UN VIVO RECUERDO 
by ELOY SANCHEZ ROSILLO


Dueño del mundo fui,
porque unos ojos jóvenes, los tuyos,
enamorados me miraban.
Era en el tiempo de la juventud:
días de sol hermoso y de noches con luna.

Al pensarte aún escucho
las trémulas palabras que solías decirme
cuando el amor hablaba para mí por tu boca.
Y entreveo a lo lejos
tu confiada sonrisa, que por mi culpa, a veces,
se transformaba en lágrimas.

Ya es cosa del pasado casi la vida entera.
Haber tenido mucho no es alivio
si el presente le tiende a nuestra sed un vaso
lleno tan sólo de melancolía.

Mas qué dolor tan dulce tu recuerdo,
qué piadosa indigencia.

miércoles, 14 de noviembre de 2012


NUNCA **ELOY SANCHEZ ROSILLO
Ya nunca oiré la voz
de alguien joven diciendo para mí, también joven,
las palabras aquellas que escuché algunas veces
mientras duró la juventud, acaso

las únicas que merezcan oírse:
"Amor mío, amor mío". Labios trémulos
las pronunciaban. Sé que es imposible
que ese tiempo regrese y que yo vuelva a oírlas
con estremecimiento como entonces.
Lo sé, lo sé muy bien. Y qué terrible
resulta esta verdad sin remedio,
esta miseria absurda y para siempre.

ELOY SANCHEZ ROSILLO

TARDE DE JUNIO** ELOY SANCHEZ ROSILLO
Ahora, juntos, vivimos la hermosura
de esta tarde de junio,
el fulgor de las horas en que nos entregamos
al conocimiento de la verdad del amor,
a la gran llamarada del encuentro.
Ahora sabemos que toda la alegría
cabe en el mundo breve de esta habitación,
en el espacio ardiente de este lecho.
La luz cansada del atardecer
dibuja sobre el tiempo islas doradas.
En un rincón del cuarto
brilla la enredadera de la música.
Un viento súbito sacude nuestros cuerpos.
y lo olvidamos todo.
Después regresan las miradas lentas,
los gestos satisfechos, las sonrisas.
Y luego contemplamos en silencio
con qué dulzura va cayendo la noche
sobre la indiferente ciudad que nos rodea.

"Maneras de estar solo" 18 de junio de 1975
 
 

LA CASA **ELOY SANCHEZ ROSILLO
Yo sé que sigue allí.
Si la memoria
se acerca sin querer a las riberas
de aquel tiempo que grita en el silencio
de los días perdidos, se levanta

otra vez en mi pecho el antiguo dolor,
la profunda caricia del incendio
que cantaba en el centro de un verano
vibrante, de unos meses extendidos
sobre la tierra aquella, tan lejana.

Heridas de la luz, caminos lentos
por los que anduvo un cuerpo, una alegría,
un temor que creció bajo los ojos
de cualquier madrugada.
Ahora regreso
a la casa de entonces. Allí siguen
los objetos que oyeron el sonido
de nuestra soledad en la penumbra
de aquella habitación, el viejo lecho
en que ardieron los astros, los minutos
que se fueron cayendo de tus manos.

Y afuera sigue el sol, y el árbol solo
anclado en el calor del mediodía.

25 de mayo de 1975
 

EL VIAJERO**by ELOY SANCHEZ ROSILLO

A veces me pregunto qué habría sido de mí
sin los recuerdos que tan celosamente guardo:
aquella callejuela que olía a madera y a fruta
en un húmedo barrio de París,

los árboles dormidos bajo el sol
en una plaza antigua de Florencia,
el órgano que hacía vibrar la catedral de Orvieto
en un amanecer lejano,
la lluvia golpeando en la ventana
de una habitación en la que yo sufrí,
los ojos oscuros que me miraron
en un crepúsculo de no sé dónde...

Cuando la inmediatez de los oficios cotidianos
se filtra hasta mis huesos y me impide
respirar con amor los olores espesos,
fríos, sin luz, de la costumbre,
cierro los ojos, regreso lentamente
a las tierras que en otro tiempo recorrí,
a los lugares en los que el olvido no impuso su silencio.
Acaricio los días que pasaron,
las horas que brillan en la distancia
como ciudades recostadas a la orilla de la noche.

Y pienso con tristeza que fue hermoso andar tantos
caminos,
aunque sepa que ya sólo podré pisarlos
con una pobre ayuda: la memoria.

10 de octubre de 1975
 


Después de la lluvia* by ELOY SANCHEZ ROSILLO

En el atardecer, después de la lluvia,
el sol acariciaba las piedras de la antigua ciudad
de una especial manera,
con un profundo y triste y natural amor.


Y al mirarnos supimos que éramos conscientes
de aquel minuto prodigioso,
de aquella intensa belleza inestable.

5 de septiembre de 1976

CAMINO DEL SILENCIO *by ELOY SANCHEZ ROSILLO
Camino del silencio

Y ahora cállate. No dejes que a tus labios
se asomen nunca más las palabras que hoy
has dicho por vez última. Guarda la voz

para tu soledad. Que tu trabajo
sea el silencio, el gozo o el dolor de callar
lo que las horas te dieran, lo que aprendiste
en los días luminosos que se fueron.
 


CUERPO DORMIDO * by ELOY SANCHEZ ROSILLO
Cuerpo dormido

A veces recuerdo la tibieza de aquellos días,
la gracia de aquel cuerpo dormido,
la blancura del lecho en un rincón del cuarto,
el libro abandonado, entreabierto,
la lámpara sumisa, la ventana,
el sonido lejano de la lluvia,
los lentos rumores de la noche.
y pienso entonces que fue hermosa la vida,
y acaricio en mi pecho las heridas del tiempo.

25 de agosto de 1975



La mente, la ilusión, la fantasía, la imaginación y un corazón esperanzado, me llevan a un mundo mágico.
El vuelo del espíritu me acerca al ideal de la felicidad, por un sendero lleno de luces y de flores, de alas y de poesía donde sólo tri
unfarán el amor y el corazón.
Y en ésta tibia noche de verano, salgo al fragante jardín y el brillo de una estrella fugaz cruza el cielo azul profundo; la luna de madreperla se refleja en el agua del lago, todo está en calma.
El hada duerme en su castillo de jade y los duendes cuidan el portal de diamante.
Mi alma descubrió el verdadero sendero de la felicidad, el que me llevará al castillo de jade, pero su ruta se pierde cuando acepto la entrada de la duda y la pena; o el desencanto por el amor que se fue y que talvéz nunca volverá.
Aunque queda el recuerdo de aquella juventud dorada, romántica, enamorada, donde los ideales y los sentimientos lo eran todo.
Lejos muy lejos una estrella brilla, es la luz del amor, que sigue viviendo allí.
Y emprendo con ilusión mi viaje, paso por bosques y ríos, atravieso montañas y por fin veo un camino florido que me llevará al castillo encantado.
Entro por el mágico portal y encuentro el Hada sentada en su trono de esmeraldas y perlas y me sonríe con su inmensa bondad.
Me regala la Felicidad, quedo deslumbrada por ese regalo precioso, único y especial.
Quiero quedarme en el castillo de jade, junto a tanta belleza, pero tengo que seguir adelante y después de algunos días, continúo mi camino, por mundos mágicos, en busca de ilusiones y esperanzas.
Llevo conmigo el secreto de la Felicidad, que debo guardarlo en mi corazón.
Es una campanita de plata que encanta con su sonido cristalino y anuncia la llegada de la alegría y la Paz.
Vuelvo a mi jardín perfumado, sigo contemplando la noche estrellada, lo tengo todo, soy felíz.
Isthar


Alrededores de la luz ** by ELOY SANCHEZ ROSILLO

Casi sin ver la realidad del día
ni la certeza de su claridad,
ando en busca de ti, de los vestigios
de unos años, de un mar, de unos lugares.
Porque la sombra avanza y los astros escriben
sus órdenes fatales en mi frente,
y es triste a solas proseguir la angustia
de los caminos que iniciamos juntos.

Pensar un cuerpo es inventar la noche
de las islas perdidas, el fulgor
olvidado en los brazos de la hierba.
Es difícil ahondar en el silencio,
llenar de amor el hueco que el instante
abre en el grito con que te pronuncio.

No escucho la presencia de tus pasos
vigilando la herida de los versos escritos
ni el temblor desolado de la tarde
deja en mi voz el poso transparente
de lo que ardió y se fue y es ya elegía.

Seguir es regresar, volver al borde
del lecho aquel, de la blancura en llamas.
La soledad me dicta letras anochecidas
y las horas se duermen en el pulso del tiempo.

Vuelve a llamarme. Esparce tus designios
en las proximidades de otra hoguera.
Se acabará el sonido del invierno,
la mirada extendida, la sed de las palabras
El deseo que recuerda el color de unos ojos
descansará en la tierra que conoce.
Las calles arderán a mediodía
y cantará la luz entre mis manos.

14 de marzo de 1974