viernes, 30 de enero de 2009

ENTRE LOS GERANIOS ROSAS... by José María Pemán


ENTRE LOS GERANIOS ROSAS...

¡Entre los geranios rosas,
una mariposa blanca!

Así me gritó la niña,
la de las trenzas doradas:
-corre a verla, corre a verla,
que se te escapa.

Por los caminos regados
del oro nuevo del alba,
corrí a los geranios rosas,
¡y ya no estaba!

Volví entonces a la niña,
la de las trenzas doradas.
«No estaba ya», iba a decirle.
pero ella tampoco estaba.
A lo lejos, ya muy lejos,
se oían sus carcajadas.

Ni ella ni la mariposa;
todo fue una linda trama.

El jardín se quedó triste
en la alegría del alba,
y yo solo por la sola,
calle de acacias.

Y esto fue mi vida toda:
una voz que engañó el alma,
un correr inútilmente,
una inútil esperanza...

¡Entre los geranios rosas,
una mariposa blanca!

miércoles, 21 de enero de 2009

Que haré con el miedo by Alejandra Pizarnik



Que haré con el miedo
Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos
Señor
el aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
Que beben de mi sangre
Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada
Señor
tengo veinte años
También mis ojos
tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada.
Señor
he consumado mi vida en un instante
la última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue
Cómo no me suicido frente a un espejo
Y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?
Cómo no me extraigo las venas
Y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche
El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual.
Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
Porque aún no les enseñaron
Que ya es demasiado tarde
Señor
Arroja los féretros de mi sangre
Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
Porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón
Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos
Señor
la jaula se ha vuelto pájaro
Y ha devorado mis esperanzas
Señor
la jaula se ha vuelto pájaro
que haré con el miedo

Alejandra Pizarnik

martes, 20 de enero de 2009

HORA TRAS HORA by ROSALIA DE CASTRO


HORA TRAS HORA...

Hora tras hora, día tras día,
entre el cielo y la tierra que quedan
eternos vigías,
como torrente que se despeña,
pasa la vida.

Devolvedle a la flor su perfume
después de marchita;
de las ondas que besan la playa
y que una tras otra besándola expiran.
Recoged los rumores, las quejas,
y en planchas de bronce grabad su armonía.

Tiempos que fueron, llantos y risas,
negros tormentos, dulces mentiras,
¡ay!, ¿en dónde su rastro dejaron,
en dónde, alma mí

domingo, 18 de enero de 2009

ORILLAS DEL SAR by ROSALIA DE CASTRO



ORILLAS DEL SAR

I

A través del follaje perenne
que oír deja rumores extraños,
y entre un mar de ondulante verdura,
amorosa mansión de los pájaros,
desde mis ventanas veo
el templo que quise tanto.

El templo que tanto quise...
pues no sé decir ya si le quiero,
que en el rudo vaivén que sin tregua
se agitan mis pensamientos,
dudo si el rencor adusto
vive unido al amor en mi pecho.

II

Otra vez, tras la lucha que rinde
y la incertidumbre amarga
del viajero que errante no sabe
dónde dormirá mañana,
en sus lares primitivos
halla un breve descanso mi alma.

Algo tiene este blando reposo
de sombrío y de halagüeño,
cual lo tiene en la noche callada
de un ser amado el recuerdo,
que de negras traiciones y dichas
inmensas, nos habla a un tiempo.

Ya no lloro..., y no obstante, agobiado
y afligido mi espíritu, apenas
de su cárcel estrecha y sombría
osa dejar las tinieblas
para bañarse en las ondas
de luz que el espacio llenan.

Cual si en suelo extranjero me hallase,
tímida y hosca, contemplo
desde lejos los bosques y alturas
y los floridos senderos
donde en cada rincón me aguardaba
la esperanza sonriendo.

III

Oigo el toque sonoro que entonces
a mi lecho a llamarme venía
con sus ecos, que el alba anunciaban,
mientras, cual dulce caricia,
un rayo de sol dorado
alumbraba mi estancia tranquila.

Puro el aire, la luz sonrosada,
¡qué despertar tan dichoso!
Yo veía entre nubes de incienso
visiones con alas de oro
que llevaban la venda celeste
de la fe sobre sus ojos...

Ese sol es el mismo, mas ellas
no acuden a mi conjuro;
y a través del espacio y las nubes,
y del agua en los limbos confusos,
y del aire en la azul transparencia,
¡ay!, ya en vano las llamo y las busco.

Blanca y desierta la vía
entre los frondosos setos
y los bosques y arroyos que bordan
sus orillas, con grato misterio
atraerme parece y brindarme
a que siga su línea sin término.

Bajemos, pues, que el camino
antiguo nos saldrá al paso,
aunque triste, escabroso y desierto,
y cual nosotros cambiado,
lleno aún de las blancas fantasmas
que en otro tiempo adoramos.

IV

Tras de inútil fatiga, que mis fuerzas agota,
caigo en la senda amiga, donde una fuente brota
siempre serena y pura;
y con mirada incierta, busco por la llanura
no sé qué sombra vana o qué esperanza muerta,
no sé qué flor tardía de virginal frescura
que no crece en la vía arenosa y desierta.

De la oscura Trabanca tras la espesa arboleda,
gallardamente arranca al pie de la vereda
la Torre y sus contornos cubiertos de follaje,
prestando a la mirada descanso en su ramaje
cuando de la ancha vega, por vivo sol bañada
que las pupilas ciega,
atraviesa el espacio, gozosa y deslumbrada.

Como un eco perdido, como un amigo acento
que suena cariñoso,
el familiar chirrido del carro perezoso
corre en las alas del viento y llega hasta mi oído
cual en aquellos días hermosos y brillantes
en que las ansias mías eran quejas amantes,
eran dorados sueños y santas alegrías.

Ruge la Presa lejos..., y, de las aves nido,
Fondóns cerca descansa;
la cándida abubilla bebe en el agua mansa
donde un tiempo he creído de la esperanza hermosa
beber el néctar sano, y hoy bebiera anhelosa
las aguas del olvido, que es de la muerte hermano:
donde de los vencejos que vuelan en la altura
la sombra se refleja;
y en cuya linfa pura, blanca, el nenúfar brilla
por entre la verdura de la frondosa orilla.

V

¡Cuán hermosa es tu vega! ¡Oh, Padrón! ¡Oh, Iria Flavia!
Mas el calor, la vida juvenil y la savia
que extraje de tu seno,
como el sediento niño el dulce jugo extrae
del pecho blanco y lleno,
de mi existencia oscura en el torrente amargo
pasaron, cual barridas por la inconstancia ciega,
una visión de armiño, una ilusión querida,
un suspiro de amor.

De tus suaves rumores la acorde consonancia,
ya para el alma yerta, tornóse bronca y dura
a impulsos del dolor;
secáronse tus flores de virginal fragancia;
perdió su azul tu cielo, el campo su frescura,
el alba su candor.

La nieve de los años, de la tristeza el hielo
constante, al alma niegan toda ilusión amada,
todo dulce consuelo.
Sólo los desengaños preñados de temores,
y de la duda el frío,
avivan los dolores que siente el pecho mío,
y ahondando mi herida,
me destierran del cielo, donde las fuentes brotan
eternas de la vida.

VI

¡Oh, tierra, antes y ahora, siempre fecunda y bella!
Viendo cuán triste brilla nuestra fatal estrella,
del Sar cabe la orilla,
al acabarme, siento la sed devoradora
y jamás apagada que ahoga el sentimiento,
y el hambre de justicia, que abate y anonada
cuando nuestros clamores los arrebata el viento
de tempestad airada.

Ya en vano el tibio rayo de la naciente aurora
tras del Miranda altivo,
valles y cumbres dora con su resplandor vivo;
en vano llega mayo de sol y aromas lleno,
con su frente de niño de rosas coronada,
y con su luz serena:
en mi pecho ve juntos el odio y el cariño,
mezcla de gloria y pena,
mi sien por la corona del mártir agobiada
y para siempre frío y agotado mi seno.

VII

Ya que de la esperanza, para la vida mía,
triste y descolorido ha llegado el ocaso,
a mi morada oscura, desmantelada y fría
tornemos paso a paso,
porque con su alegría no aumente mi amargura
la blanca luz del día.

Contenta el negro nido busca el ave agorera,
bien reposa la fiera en el antro escondido,
en su sepulcro el muerto, el triste en el olvido,
y mi alma en su desierto.

POBRE ALMA SOLA... by ROSALIA DE CASTRO


POBRE ALMA SOLA...

¡Pobre alma sola!, no te entristezcas,
deja que pasen, deja que lleguen
la primavera y el triste otoño,
ora el estío y ora las nieves;

que no tan sólo para ti corren
horas y meses;
todo contigo, seres y mundos
de prisa marchan, todo envejece;

que hoy, mañana, antes y ahora,
lo mismo siempre,
hombres y frutos, plantas y flores,
vienen y vanse, nacen y mueren.

Cuando te apene lo que atrás dejas,
recuerda siempre
que es más dichoso quien de la vida
mayor espacio corrido tiene.

RECUERDA EL TRINAR DEL AVE...by ROSALIA DE CASTRO



RECUERDA EL TRINAR DEL AVE...

Recuerda el trinar del ave
y el chasquido de los besos;
los rumores de la selva,
cuando en ella gime el viento,
y del mar las tempestades,
y la bronca voz del trueno;
todo halla un eco en las cuerdas
del arpa que pulsa el genio.

Pero aquel sordo latido
del corazón que está enfermo
de muerte, y que de amor muere
y que resuena en el pecho
como en bordón que se rompe
dentro de un sepulcro hueco,
es tan triste y melancólico,
tan horrible y tan supremo,
que jamás el genio pudo
repetirlo con sus ecos.

Recuerda el trinar del ave
y el chasquido de los besos;
los rumores de la selva,
cuando en ella gime el viento,
y del mar las tempestades,
y la bronca voz del trueno;
todo halla un eco en las cuerdas
del arpa que pulsa el genio.

Pero aquel sordo latido
del corazón que está enfermo
de muerte, y que de amor muere
y que resuena en el pecho
como en bordón que se rompe
dentro de un sepulcro hueco,
es tan triste y melancólico,
tan horrible y tan supremo,
que jamás el genio pudo
repetirlo con sus ecos.

SOLEDAD by ROSALIA DE CASTRO


SOLEDAD

Un manso río, una vereda estrecha,
un campo solitario y un pinar,
y el viejo puente rústico y sencillo
completando tan grata soledad.

¿Qué es soledad? Para llenar el mundo
basta a veces un solo pensamiento.
Por eso hoy, hartos de belleza, encuentras
el puente, el río y el pinar desiertos.

No son nube ni flor los que enamoran;
eres tú, corazón, triste o dichoso,
ya del dolor y del placer el árbitro,
quien seca el mar y hace habitable el polo.

TÚ PARA MÍ, YO PARA TI, BIEN MÍO... by ROSALIA DE CASTRO


TÚ PARA MÍ, YO PARA TI, BIEN MÍO...

I

Tú para mí, yo para ti, bien mío
-murmurábais los dos-
«Es el amor la esencia de la vida,
no hay vida sin amor» .

¡Qué tiempo aquel de alegres armonías!...
¡Qué albos rayos de sol!...
¡Qué tibias noches de susurros llenas,
qué horas de bendición!

¡qué aroma, qué perfumes, qué belleza
en cuanto Dios crió,
y cómo entre sonrisas murmurábais:
«¡No hay vida sin amor!»

II

Después, cual lampo fugitivo y leve,
como soplo veloz,
pasó el amor..., la esencia de la vida...;
mas... aún vivís los dos.

«Tú de otro, y de otra yo» , dijísteis luego.
¡Oh mundo engañador!
Ya no hubo noches de serena calma,
brilló enturbiado el sol!...

¿Y aún, vieja encina, resististe? ¿Aún late,
mujer, tu corazón?
No es tiempo ya de delirar, no torna
lo que por siempre huyó.

No sueñes, ¡ay!, pues que llegó el invierno
frío y desolador.
Huella la nieve, valerosa, y cante
enérgica tu voz.
¡Amor, llam inmortal, rey de la tierra,
ya para siempre, adiós!

YO NO SÉ LO QUE BUSCO ETERNAMENTE... by ROSALIA DE CASTRO



YO NO SÉ LO QUE BUSCO ETERNAMENTE...

Yo no sé lo que busco eternamente
en la tierra, en el aire y en el cielo;
yo no sé lo que busco; pero es algo
que perdí no sé cuando y que no encuentro,
aun cuando sueñe que invisible habita
en todo cuanto toco y cuanto veo.
Felicidad, no he de volver a hallarte
en la tierra, en el aire, ni en el cielo,
y aun cuando sé que existes
y no eres vano sueño!

YA NO MANA LA FUENTE. BY ROSALIA DE CASTRO


YA NO MANA LA FUENTE...

Ya no mana la fuente, se agotó el manantial;
ya el viajero allí nunca va su sed a apagar.

Ya no brota la hierba, ni florece el narciso,
ni en los aires esparcen su fragancia los lirios.

Sólo el cauce arenoso de la seca corriente
le recuerda al sediento el horror de la muerte.

¡Mas no importa! A lo lejos otro arroyo murmura
donde humildes violetas el espacio perfuman.

Y de un sauce el ramaje, al mirarse en las ondas,
tiende en torno del agua su fresquísima sombra.

El sediento viajero que el camino atraviesa,
humedece los labios en la linfa serena
del arroyo que el árbol con sus ramas sombrea,
y dichoso se olvida de la fuente ya seca.

sábado, 17 de enero de 2009

ESTACIONES by ROSALIA DE CASTRO




Adivínase el dulce y perfumado
calor primaveral;
los gérmenes se agitan en la tierra
con inquietud en su amoroso afán,
y cruzan por los aires, silenciosos,
átomos que se besan al pasar.
Hierve la sangre juvenil; se exalta
lleno de aliento el corazón, y audaz
el loco pensamiento sueña y cree
que el hombre es, cual los dioses, inmortal.
No importa que los sueños sean mentira,
ya que al cabo es verdad
que es venturoso el que soñando muere,
infeliz el que vive sin soñar.
¡Pero qué aprisa en este mundo triste
todas las cosas van!
¡Que las domina el vértigo creyérase!...
la que ayer fue capullo, es rosa ya,
y pronto agostará rosas y plantas
el calor estival.
Candente está la atmósfera;
explora el zorro la desierta vía:
insalubre se torna
del limpio arroyo el agua cristalina,
el pino aguarda inmóvil
los besos inconstantes de la brisa.
Imponente silencio
agobia la campiña;
sólo el zumbido del insecto se oye
en las extensas y húmedas umbrías;
monótono y constante
como el sordo estertor de la agonía.
Bien pudiera llamarse, en el estío,
la hora del mediodía,
noche en que al hombre de luchar cansado
más que nunca le irritan,
de la materia la imponente fuerza
y del alma las ansias infinitas.
Volved, ¡oh, noches de invierno frío,
nuestras viejas amantes de otros días!
Tornad con vuestros hielos y crudezas
a refrescar la sangre enardecida
por el estío insoportable y triste...
¡Triste!... ¡Lleno de pámpanos y espigas!
Frío y calor, otoño o primavera,
¿dónde..., dónde se encuentra la alegría?
Hermosas son las estaciones todas
para el mortal que en sí guarda la dicha;
mas para el alma desolada y huérfana,
no hay estación risueña ni propicia.

DEL RUMOR CADENCIOSO DE LA ONDA... by ROSALIA DE CASTRO


Del rumor cadencioso de la onda
y el viento que muge;
del incierto reflejo que alumbra
la selva o la nube;
del piar de alguna ave de paso;
del agreste ignorado perfume
que el céfiro roba
al valle o a la cumbre,
mundos hay donde encuentran asilo
las almas que al peso
del mundo sucumben.

jueves, 15 de enero de 2009

SIEMPRE ESTAS by VALERIA AZUL



Cuando un pino danza al compás del viento
tu estás allí, en ese movimiento encadenado,
a miles de movimientos del espacio,

Cuando mi cabeza reposa sobre la almohada
y acomodo mi cabello en un gesto habitual
tu estás allí, en esos pensamientos que descansan
que te extrañan, que miden un día más sin ti.

Cuando dos colores se unen en una ochava de luz
tu estás allí, tu gris peremne al paso del tiempo
es indestructible y se asocia al azul del mar
formando una única piel inalterable, perdurable.

Cuando la suave luz azul de una vela perfumada
Se libera, se amplia y expande en el espacio
Tu estás allí, en esa llama roja apasionada.

Siempre estás, aun, cuando no lo sepas,
siempre estás

sábado, 13 de diciembre de 2008

AMOR DE PAMPA Y MAR ADENTRO by Yanira Soundy




Te toco en la memoria y una luz cae mar abierto, eres fuerza irresistible que me atrae y voluntad que precipita cada uno de mis pasos. Impulso que mezcla el gozo y la tristeza, suspiro y amor que corta el viento.

¿Qué importa si no estrecho más el coral de tus labios ni arribo a tus ojos con las sienes serenas?

Si soy el hálito que te absorbe el pensamiento y me tocas en la memoria inalterable del recuerdo.

¿Qué importa si es agreste el mar y tú no llevas rumbo?

Si beso la ribera y el vuelo de las aves, donde tus ojos encienden matorrales de deseo.

Déjame esta voz para hablarte en el silencio, hombre, cielo gris de ritmos y gaviotas, amor de pampa y mar abierto.

Déjame esta voz, luego estallarás en risa fresca, me querrá tu alma, buscarás mis brazos y la triste cigarra hará revuelos en el viento.

¿Qué importa si se cierra nuestro cerco y apago los latidos de mi pecho? Si ahora soy la cóncava gruta para tu cauce serpentino y tú la lluvia torrencial que me humedece desesperada, honda y doliente.

No sé si volverás, no sé si existes o eres sólo un vano sueño.

¡Amor de pampa y mar abierto!

AMOR ETERNO by Yanira Soundy



Fallezco en el intento de tocarte, amor de tierra, espacio y piel, porque este viento sólo habla de tormentas y sombras que se rompen en pedazos.

Soy el beso virgen que prendido de tus ojos hace florecer todos sus campos; soy esa mujer, eternidad que yerra sola por la sombra, amor de manos ciegas.

Y tú, doliente rama de hojas transparentes, mil promesas, mares, cerros y collados.

Quiero cubrirme toda con tu cielo para desvestir mi piel inmóvil. Ven...desordena mi corazón, y mitiga el hondo sin fin de mi tristeza.

Amor efímero y eterno que se desploma en el adiós.

Seremos sombra y olvido tomados de la mano, dos almas que lloran en la oquedad del pensamiento. Tan libres, tú en el viento, yo en el secreto del mar; tú en los llanos y las sierras, yo en los hilos del sol y en los acantilados.

Fallezco en el intento de tocarte.

Amor efímero y eterno, el más puro, el más pequeño.

AMOR INACCESIBLE by Yanira Soundy


En esta cárcel de mi alma giro sin huellas.

Soy la rosa ya palidecida, la hoja temerosa que tiembla entre tus alas, un nido vacío.

Detrás de mí, están el suspiro largo y frío, una lejana música, ardida piel prohibida.

Soy un amor de soledad, lleno de sombra, una fría ceniza de ilusión, un vuelo silencioso.

Soy ese amor que corre por las noches largas de ánforas plenas y ritmos azules.

Quisiera tocarte, y quedarme en tus oídos, con el aire de mis palabras.

Amor primero, íntimo, tan mío.

PARA LLEGAR A AMARME by Yanira Soundy



Este día en el ascensor, la inquietud ha vedado nuestro beso. A pesar de vernos llegar sin el usual cargamento de miedos y quimeras, con los ojos de ópalo y la sed que arde en nuestros cuerpos.

Estás frente a mí , como un jardín de tallos en mis venas, donde estallan flores encendidas. Ardorosa maraña de historias en este suelo de sombras y pájaros de espumas.

Estas en mí, con la pompa del follaje eterno..

Déjame llenar mis labios de sonrisas, entender que mi vida esta hecha para las cumbres y no para los abismos. Quiero alejarme a la estación anónima y acariciar tu cabello de lunas.

Este día la inquietud ha vedado nuestro beso. Se abre el ascensor y un áureo polen cae sobre mi corazón desnudo. Mientras tú permaneces callado y frío.

Es el misterio que abre nuestras manos, es el amor que se fue y no vino. Un viento en los naranjales, donde tiembla el cantar de los ayes...

Miro tu rastro en los caminos vividos: firmando en el silencio, mesas de manteles blancos, noches de castos proyectos, sueños de ramas nerviosas, perfumes verbales, bailes y compases... miro en tu noche: la galantería indiscreta, los donativos a la iglesia y los acentos medidos de tus palabras.

¿cómo encontrar los dóndes, los cómos, los porqués? Como articular lo perdido y aquello que es solo un instante de quien juega a divagar, a soñar... a tener un paisaje irreal y un piano de hojas. Es andar y desandar con los párpados cerrados.

Para llegar a amarme es necesario aprender a estrenar las alas de los pájaros y entregarte sin la embriaguez de las cañadas abiertas.

Hoy te miro como el niño que corre para no asustarse, con su otoño prendido como sol a mi silueta; seguro de vivir para olvidar la vida. No escuchas el ruido de los sueños, la dulce hierba que cae , acaricia y se va, ni la orilla fresca donde los pies desnudos ignoran al viento. No rompes el frío ni salpicas las flores con las palabras.

Tu luna aparece en el cielo al contraluz de la tarde...

La sombra espesa ha callado nuestras bocas, amarrándonos las manos intactas.

He llegado a casa, veo de lejos el tráfico imponente, y destellos de luz sobre las cabezas de los automovilistas. Me siento frente a la computadora, suspendida en el tiempo y conjugo el rojo, el índigo, la plata, la dulzura del otoño, el amarillo.. la música nueva y las estrellas marchitas.

lunes, 8 de diciembre de 2008

BOSQUE DE ROSAS by Jose Martí



BOSQUE DE ROSAS

Allí despacio te diré mis cuitas;
Allí en tu boca escribiré mis versos!-
Ven, que la soledad será tu escudo!
Pero, si acaso lloras, en tus manos
Esconderé mi rostro, y con mis lágrimas
Borraré los extraños versos míos.

Sufrir ¡tú a quien yo amo, y ser yo el casco
Brutal, y tú, mi amada, el lirio roto?
Oh, la sangre del alma, tú la has visto?
Tiene manos y voz, y al que la vierte
Eternamente entre la sombra acusa.
¡Hay crímenes ocultos, y hay cadáveres
De almas, y hay villanos matadores!
Al bosque ven: del roble más erguido
Un pilòn labremos, y en el pilòn
Cuantos engañen a mujer pongamos!

Esta es la lidia humana: la tremenda
Batalla de los cascos y los lirios!
Pues los hombres soberbios ¿no son fieras?
Bestias y fieras! Mira, aquí te traigo
Mi bestia muerta, y mi furor domado.-
Ven, a callar; a murmurar; al ruido
De las hojas de Abril y los nidales.
Deja, oh mi amada, las paredes mudas
De esta casa ahoyada y ven conmigo
No al mar que bate y ruge sino al bosque
De rosas que hay al fondo de la selva.
Allí es buena la vida, porque es libre-
Y la virtud, por libre, será cierta,
Por libre, mi respeto meritorio.
Ni el amor, si no es libre, da ventura.
¡Oh, gentes ruines, las que en calma gozan
De robados amores! Si es ajeno
El cariño, el placer de respetarlo
Mayor mil veces es que el de su goce;
Del buen obrar ¡qué orgullo al pecho queda
Y còmo en dulces lágrimas rebosa,
Y en extrañas palabras, que parecen
Aleteos, no voces! Y ¡qué culpa
La de fingir amor! Pues hay tormento
Como aquél, sin amar, de hablar de amores!
Ven, que allí triste iré, pues yo me veo!
Ven, que la soledad será tu escudo!

POEMA by JOSE MARTI


Si ves un monte de espumas,
Es mi verso lo que ves:
Mi verso es un monte, y es
Un abanico de plumas.
Mi verso es como un puñal
Que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral.
Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo.
Mi verso al valiente agrada:
Mi verso, breve y sincero,
Es del vigor del acero
Con que se funde la espada.

La Niña de Guatemala by JOSE MARTI


La Niña de Guatemala

Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos,
Y las orlas de reseda
Y de jazmín: la enterramos
En una caja de seda.

...Ella dio al desmemoriado
Una almohadilla de olor:
El volvió, volvió casado:
Ella se murió de amor.

Iban cargándola en andas
Obispos y embajadores:
Detrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.

...Ella, por volverlo a ver,
Salió a verlo al mirador:
El volvió con su mujer:
Ella se murió de amor.

Como de bronce candente
Al beso de despedida
Era su frente ¡la frente
Que más he amado en mi vida!

...Se entró de tarde en el río,
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,
La pusieron en dos bancos:
Besé su mano afilada,
Besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver
A la que murió de amor!

domingo, 7 de diciembre de 2008

POEMA by WILLIAM WORDSWORTH



«Cuando medito a solas en el hombre,
en la naturaleza, en esta vida,
veo alzarse ante mí series de imágenes
que acompaña un resquicio de delicia
pura, sin mezcla de tristeza. Y soy
consciente de afectuosos pensamientos
y de gratos recuerdos que sosiegan
el alma que desea sopesar
el bien y el mal en nuestra condición.
A estas emociones -sobrevengan
por una circunstancia sólo externa
o de un impulso propio del espíritu-
quisiera dedicar copiosos versos.
Verdad, amor, belleza o esperanza,
miedo o nostalgia por la fe domados,
palabras de consuelo en la tristeza,
fuerza moral, poder del intelecto,
alegría esparcida por el mundo,
espírítu del hombre que mantiene
su ascético retiro, solamente
sujeto a la conciencia y a la ley
suprema de aquel Ser que todo rige,
esto canto. ¡Que encuentre mi auditorio!»

Así rezaba el bardo en su sagrado
arrobamiento. «¡Urania, necesito
la guía de una musa, si es que hay tales
y la tierra o el alto cielo habitan!
Porque he de fatigar oscuras simas,
hollar profundidades y otros mundos
para los que el Azul no es más que un velo.
Ningún terror o fuerza indescriptible
que haya cobrado jamás una forma,
el mismo Yahvé, su trueno y sus ángeles
canoros en los tronos del Empíreo,
ninguno temo. Ni siquiera el Caos
ni el más oscuro pozo del Erebo
ni el vacío insondable que los sueños
escrutan, me provoca este temor
que cae sobre nosotros al volvernos
hacia el alma del hombre, mi obsesión
y región principal de este mi canto.
La belleza -presencia de la tierra
que supera las más hermosas formas
que el arte haya compuesto con materias
terrenales- vigila mi trayecto,
prepara el campamento mientras ando
y me sigue de cerca. Paraísos,
Campos Elíseos que en el Atlántico
se buscaban antaño ¿por qué deben
ser sólo crónica de un mundo extinto
o una mera ficción, jamás reales?
Porque cuando el intelecto del hombre
Desposa este universo de hermosura
con amor y pasión, los halla como
un hecho cotidiano cualquier día.
Antes de la hora definitiva
cantaré solitario la alegría
de este gran desposorio y, con palabras
que tan sólo refieren lo que somos,
despertaré al sensual del mortal sueño
y al vacuo y vanidoso propondré
nobles empresas, mientras mi voz canta
con qué delicadeza el alma humana
(quizá también las mismas facultades
de la especie en conjunto) se conforma
a este mundo exterior; y al mismo tiempo
-tema éste olvidado por los hombres-
cómo el mundo se adecua al alma humana.
También he de cantar la creación
-no merece otro nombre- que esta unión
puede alcanzar: es éste mi argumento.
Con estos mis propósitos, si a veces
me vuelvo hacia otra parte -con las tribus
y pueblos de los hombres, donde abundan
recíprocas pasiones de locura,
oigo a la Humanidad cantar su angustia
en los campos, o rumio la tormenta
del dolor, refugiado ya por siempre
en la ciudad- que suenen estos versos
ante oídos benévolos y yo
no sea despreciado ni abatido.
¡Desciende, aire profético que inspiras
al alma con la voz del universo,
soñando el porvenir, y que posees
un templo en los henchidos corazones
de los grandes poetas! Vierte en mí
el don de la visión y que mi canto
brille con la virtud en su lugar,
derramando benéfica influencia
segura de sí misma y siempre a salvo
del efecto fatal que nos envían,
desde el mundo inferior, las mutaciones
que acechan a lo humano. Y si con esto
mezclo asuntos más bajos (el objeto
contemplado y la mente que contempla,
el qué y el quién, el hombre transitorio
que tuvo esa visión, el cuándo, el dónde
y cómo fue su vida) no habrá sido
en vano esta tarea. Si este tema
roza objetos más altos -¡pavoroso
Poder cuyo favor es la semilla
de la iluminación!- que mi existencia
sea imagen de un tiempo más perfecto,
maneras más sencillas, más juiciosos
deseos. Nutre mi alma en libertad
y puros pensamientos: sea entonces
tu amor mi guía, alivio y esperanza.
Versión de Gabriel Insausti

WILLIAM WORDSWORTH

Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello, que me deslumbra.
Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba,
de la gloria en las flores, no hay que afligirse, porque la belleza siempre
subsiste en el recuerdo.



miércoles, 3 de diciembre de 2008

ADIOS by VALERIA AZUL




Uno a uno soltaste mis dedos,
tu mano lentamente se alejo de la mía.
Juntaste miradas, uniste sonrisas
y con un suspiro que trono en el mar
prometiste a la inmensidad, un adiós.

La brisa me trajo tu determinación
se enfrío mi alma como un día sin sol
abrace mi cuerpo desolado
pero nada pudo detener la decisión.

Recordé besos robados al tiempo
abrazos con intensa pasión
caricias de profunda ternura
todo con poesías de color azul.

Una música suave, armoniosa
meció mis sueños inciertos
y robándote los labios
llegue hasta tu corazón.

Allí secaron mis lágrimas
los ecos del amor extinguido
y entendí que hasta los sueños
tienen dueños como los jardines
y que como ellos necesitan de
un jardinero que los cuide con pasión,

que hay un tiempo para cada mirada
que hay un espacio para cada sonrisa
que hay un calendario que aun
no es presente, para nuestro amor.

VALERIA AZUL



imagen de Josephine Wall

DIAMANTE AZUL by VALERIA AZUL



Reía jugando en un jardín perfumado
cruzaba un puente blanco inmaculado,
encerraba mi mano un diamante azul
jugaba feliz con mariposas multicolores.

En una orilla, la niñez en su esplendor
del otro lado del puente, sobre esa ribera
la vida adulta de hoy, todas las ausencias
las experiencias acumuladas , almacenadas.

El diamante azul deja escapar su brillo
Entre los dedos que lo encierran
a pesar del transcurso del tiempo
no quiero soltarlo , liberarlo.

No es por su brillo, ni color
no es por su quilates y belleza
es mi pedacito de cielo
mi estrella prestada por firmamento
mi niñez con su inocencia
mi juventud con su fuerza arrolladora
es mi hoy y mi mañana.

Todos traemos un pedacito de universo
cuando nacemos y habitamos este suelo
nuestra misión es cuidarlo, protegerlo
y cuando regresemos a nuestro origen
-abrir nuestras manos y reponer
ese diamante azul, puro carbón cristalizado
con lo mejor de nuestra vida.

VALERIA AZUL


imagen de Josephine Wall

martes, 2 de diciembre de 2008

Sentado en Meditación by Po Chu -I (772-846).


Sentado en Meditación
Voy a dormir tan espontáneamente como los pájaros retornan al bosque,
Durante el día mi mente está tan libre de cuidados como la del monje mendicante. Mi
vida es como la de la grulla que grita unas pocas veces bajo el pino,
Como la silenciosa luz de la lámpara en el bosquecito de bambúes.
En medio de la noche me siento con las piernas cruzadas,
Ni siquiera respondo al llamado de mi hija o de mi esposa.

Al Magistrado Ch'ang by Wang Wei (699-759).


Al Magistrado Ch'ang
En los últimos años me gusta la calma:
Las diez mil cosas no tienen lugar en mi corazón.
Miro atrás, no encuentro mejor plan:
Sólo sé volver al bosque profundo.
El viento de los pinos agita mis ropas sueltas,
La luz de la luna ilumina, toco mi laúd.
Usted pregunta ¿cuál es la Realidad última?
La canción del pescador entra profundamente en las orillas

MAÑANA by Wang Wei (699-759).


Mañana
La flor de durazno está más roja por la lluvia de anoche,
Los sauces están más verdes en la niebla de la mañana.
Los pétalos que caen aún no fueron barridos por los sirvientes,
Los pájaros cantan, el huésped de la montaña aún duerme

LOS ESTUDIOSOS POBRES by Tao Yuan-ming (372-427 d. de C.).



Todas las cosas tienen su propio abrigo,
Pero la nube solitaria no tiene nada en que apoyarse:
Vagamente se desvanece en el cielo.
¿Cuándo veré nuevamente la luz que emite?
La mañana rosada abre la niebla de la noche,
Innumerables pájaros remontan vuelo.
Un pájaro sale lentamente del bosque
Y regresa al caer la noche.
Guardar mesura y mantenerse en los viejos senderos
Significaría pasar frío y hambre.
Si nadie conoce mi carácter,
Que así sea, ¿por qué debería lamentarlo?

Leyendo el Libro de Lugares y Mares Raros by Tao Yuan-ming (372-427 d. de C.).


Leyendo el Libro de Lugares y Mares Raros
A comienzos del verano los bosques y hierbas prosperan,
Alrededor de mi cabaña abundan las ramas y las sombras.
Numerosos pájaros se deleitan en sus santuarios,
Y yo también amo mi cabaña.
Después que he arado y sembrado,
Vuelvo y leo mis libros.
El sendero estrecho sin huellas profundas,
Frecuentemente ha hecho regresar el carruaje de un amigo.
Alegremente sirvo mi vino de primavera,
Y junto la lechuga que crece en mi huerta.
Una lluvia fina llega desde el Este,
Y la sigue un dulce viento.
Ociosamente leo las leyendas del rey Chou,
Y miro el mapa de los lugares raros

LA ESCALINATA DE JADE by LI BO


Del umbral de la escalinata de jade,

Brota un rocío blanco,

La larga noche penetra en las medias de seda,

Dejando caer la cortina de cristal,

Contemplada a trasluz por la luna de otoño.

Lo Apenas Esencial by Shib Tao (1641-1717).


Mi naturaleza esencial no gusta de la vida en las ciudades,
Para estar libre del ruido me construí una pequeña cabaña con techo de paja. Lejos, en
lo profundo de las montañas,
Cuando llega la primavera observo los pájaros.
En verano me baño en el arroyo corriente,
En otoño trepo a los más altos picos.
Durante el invierno me caliento al Sol,
Así disfruto del verdadero sabor de las estaciones.
¡Que el Sol y la Luna giren solos!
Cuando tengo tiempo leo los sutras.
Cuando estoy cansado duermo en mi cama de paja,
Si me preguntas "¿A quién ves en tus sueños?"
Contestaría, "Al Emperador Amarillo",
Fue él quien me transmitió la enseñanza secreta,
La cual me está prohibido pasarte.
Ahora ya he llevado la túnica negra durante décadas.
El significado de la enseñanza es profundo y vasto como el océano,
Cuando lo revelo con mi trabajo de pincel, sus méritos son ilimitados.
Si te explicara esta enseñanza secreta a ti,
La montaña sólida, me temo, saldría volando.

En el Templo de Xun Wen BY Ni Ts'an (1301-1374).



¡Que profundamente silencioso es el templo de Tao!
ilimitado e infinito, es el lugar de residencia de lo divino.
El salón de luz es amplio y alto, también reverenciado con silencio,
Árboles con hojas coloreadas están creciendo y extendiéndose.
Olvidado de las palabras, paseo y descanso aquí,
He descartado el mundo de la fama y la ganancia.
Qué elegante el Sol de la mañana, brillando sobre las balsas y los aleros,
Qué frescas son la terraza y la laguna después de la lluvia.
Quemo incienso para romper el profundo silencio,
Y bebo el agua del arroyo y me relajo con alegría.
Penetro las maravillas de Tao, Y canto los antiguos sutras.
Cuando mi mente está cómoda mi espíritu está alegre,
Cuando se obtiene el entendimiento, no queda nada por comprender.
¿Quién puede decir que el reino del Tao está lejos de nosotros?
Qué tranquilo es, como al comienzo del Cielo y la Tierra.

POEMA by P`o Yü-ch'ien


Poema
Las brisas de primavera barren los prados verdes,
La lluvia cesó, pero de las hojas de los bambúes aún cae agua.
Repentinamente un pájaro blanco aparece en la escena,
Rompe el universo verde de la ladera de la montaña

FUERZA by Ssu Kung-tu (834-908).



La mente similar al vacío,
La vitalidad similar al arco iris.
Entre los miles de picos de Wu,
Volando con las nubes, corriendo con el viento.
Bebe de lo espiritual, aliméntate de fuerza,
Almacénalos para su uso diario, guárdalos en tu corazón.
Sé como Él en Su poder,
Porque esto es preservar tu energía.
Sé un observador del Cielo y la Tierra,
Un cotrabajador en transformación Divina.
Busca estar lleno de estos,
Y mantente siempre con ellos.

LO TRASCENDENTAL by Ssu Kung-tu (834-908).


Lo Trascendental
No es de la espiritualidad de la mente,
Tampoco es de los átomos del cosmos,
Sino como si llegara hasta las nubes blancas, Nacido allí de brisas translúcidas.
Allá lejos, parece a mano,
Si llegas cerca, ya no está allí.
Compartiendo la naturaleza del Tao,
Esquiva los límites de la mortalidad.
Está en las colinas apiladas, en los árboles altos,
En los musgos oscuros, en los rayos del Sol.
Canta acerca de eso, piensa en eso,
Su débil sonido elude el oído.

La ascensión by Tu Fu (712-770)



En el vendaval, bajo el alto cielo, los simios aúllan
su tristeza;
Sobre el islote límpido de arenas claras, un pájaro
con su vuelo traza un círculo.
Muy lejos, los árboles dejan caer sus hojas
que silban al viento;
El Gran Río, sin tregua, arrastra hasta mí sus olas.
A mil estadios de los míos, me inclino a sollozar
sobre el otoño, y el exilio me parece eterno;
Toda mi vida he padecido enfermedades; apenas
ahora subo a esta terraza.
Tengo más pesares y tormentos que cabellos sobre
mis encanecidas sienes;
Humillado, bueno para nada, he renunciado
a las copas de vino turbio

POEMA CHINO


Nieve


Me levanto cada mañana antes que el pueblo.

Sólo para abrir la jaula a los pájaros que luego ustedes escuchan cantar.

La noche se los traga y amordaza con negro terciopelo.

La noche les traiciona y me despierto rota.

Abriendo jaulas tragando lágrimas dulces.

Soplando restos de mis alas muertas al amanecer.

HOMBRES DE NEGOCIOS by CHENG TZU-ANG


HOMBRES DE NEGOCIOS

Los hombres de empresas están orgullosos de su habilidad y destreza,
Pero en el Tao aún tienen mucho que aprender. Están orgullosos de sus hazañas,
Pero no saben lo que le sucede al cuerpo. ¿Por qué no aprenden del Maestro de la Verdad Misteriosa,
Que veía al mundo entero en una pequeña botella de jade?
Cuya alma brillante estaba libre del Cielo y la Tierra,
Pues cabalgando en el Cambio entraba a la Libertad.

A LI CHIEN by Po Chün-I



En los tiempos
para encauzar el curso de mi vida,
Directamente acudí
a CHUANG TZU 2, capítulo primero.
Pero en años recientes
la mente es mi universo;
Me convertí a la DHYANA
de la escuela del Sur .
Exteriormente, acepto
el mundo tal cual es;
Intimamente, supero las limitaciones
que imponen los sentidos.
Afuera, no siento aversión
por la aldea o la Corte;
En mi casa, no siento apego
por la compañía de los hombres.
Desde que aprendí este arte,
adondequiera dirija mis pasos
Mi mente está en sosiego
y hallo que no necesito
De inflexiones y estiramientos
para el bienestar de mis miembros;
Ni de ríos o de lagos
para aquietar los pensamientos.
Si tengo propensión al vino,
algunas veces bebo;
Si estoy libre de empleo,
a puertas cerradas me siento
Silencioso y tranquilo
hasta muy tarde en la noche,
Y al siguiente día, duermo profundamente
hasta que el sol está muy alto.
No me causan pena, en otoño,
las noches largas;
No me lamento, en primavera,
por los días que pasan.
Enseñé a mi cuerpo que olvide
si es joven o viejo,
Y a mi ánimo, que estime lo mismo
la vida y la muerte.
En la plática que sostuvimos
ayer, cuando te vi,
Diste a mis pensamientos
lo que llaman "corazón y médula"
Poorque también mi Camino es
como "lo inexpresable"
Y a no ser por ti, jamás
lo hubiese comprimido en palabras.


Po Chün-I

PLATICA EN LAS MONTAÑAS by LI PO



Si me preguntasen por qué habito
entre las verdes montañas,
Reiría silenciosamente;
mi alma está en la calma.
El capullo del duraznero
sigue el movimiento del agua;
Hay otro cielo y otra tierra
más allá del mundo de los hombres.

VISITA A LOS TORRENTES DEL ARROYO BLANCO by LI PO


VISITA A LOS TORRENTES DEL ARROYO BLANCO


Atravesé el Arroyo Blanco
en su estrecho cauce
Cuando la Aurora recién
hendía la maraña de estrellas
Y se desembarazaba de las sombras. Y vi

De paso un instante, desde los trillados
caminos de los hombres,
Innumerables islas, circuidas
Con los colores verde y oro de la naturaleza.
El cielo tendía
el espejo azul de la eternidad
Sobre las aguas relucientes. Una a una
Las nubes se hacían a la mar.
Mis errantes pensamientos
Divagaron adonde los monstruos
de cota de plata
Recorren velozmente
sus arroyos nativos.
Canté melodías
Que crecieron al promediar el día,
menguaron con el atardecer
Y cesaron al caer la noche.
Luego busqué el reflejo
de los aleros de las casas,
en medio de los campos
iluminados por la luna.

lunes, 1 de diciembre de 2008

POEMA Liu Tsung yuan (773-819).


En el acantilado del Oeste un viejo pescador duerme toda la noche,
Al amanecer junta agua del río Hsiang, y hace un fuego con bambúes.
Las nieblas se disuelven, el Sol se eleva, ningún hombre aparece aún,
El remo boga, repentinamente las montañas y el río son verdes.
Navegando en medio de la corriente, mira hacia atrás, al cielo infinito,
Desde los acantilados, las nubes lo siguen sin intención.

ILUMINADO Ssu Kung-tu (834-908


Iluminado
La vida se extiende a cien años,
Y aún así es un período muy corto.
Sus alegrías son tan pasajeras,
¡Sus penas son tan abundantes!
¿Qué hay como una copa de vino,
Y visitas diarias al árbol de glicina,
Donde las flores se agrupan alrededor de los aleros,
Y el ligero chaparrón pasa sobre la cabeza?
Entonces cuando la copa de vino se ha escanciado,
Pasear con un bastón de espino.
¿Quién de nosotros será algún día uno de los Antiguos?
¡Ah, ahí está la Montaña del Sur en su grandiosid

REALIDADES Ssu Kung-tu (834-908


Realidades
Escogiendo palabras llanas
Para expresar pensamientos simples
Repentinamente me encontré con un recluso,
Y me pareció ver el corazón del Tao.
Al lado del arroyo sinuoso,
Debajo de la sombra del pino oscuro,

REFINAMIENTO Ssu Kung-tu (834-908).


Refinamiento
Una marmita de jade con una compra de primavera,
Un chaparrón sobre la choza de techo de paja,
Dentro de la que se sienta un gentil estudioso,
Con altos bambúes creciendo a derecha e izquierda,
Nubes blancas en el cielo recién despejado,
Y pájaros piando en lo profundo de los árboles.
Entonces, reclinado sobre su laúd en la verde sombra,
Una cascada cayendo por encima de la cabeza,
Hojas cayendo, ni una palabra hablada,
El hombre, plácido como un crisantemo,

CONCENTRACION Ssu Kung-tu (834-908


Concentración
Pinos verdes y una choza rústica,
El Sol hundiéndose en el aire puro.
Me saco el gorro y paseo solo,
Escuchando el canto de los pájaros.
No hay gansos silvestres que pasen volando,
Y ella está lejos, lejos.
Pero mis pensamientos la hacen presente,
Como en los días que se fueron.
Del otro lado del agua nubes oscuras se arremolinan,
Bajo los rayos de la Luna los islotes aparecen expuestos.
Y se intercambian palabras dulces,
Aunque el gran Río pase entre medio